Por Jorge Capitanich,

intendente de Resistencia

El liderazgo político de la República Argentina a partir del año 2019 deberá corresponder a una construcción política que haya mantenido coherencia, convicción y fortaleza frente al embate de la especulación financiera y la hegemonía neoliberal. No hay lugar para que ese liderazgo lo ejerzan quienes se muestran como la variante prolija de este modelo de saqueo financiero, endeudamiento feroz y sumisión al FMI.

El problema histórico de nuestro país ha sido y es la restricción externa, los desequilibrios macroeconómicos originados por la insuficiencia en la generación de oferta de dólares compatibles al mismo tiempo con la demanda.

La composición de una economía bimonetaria con desequilibrios estructurales del sector externo, hacen insostenible cualquier programa de gobierno que no restaure al mismo tiempo la combinación y coherencia de la política fiscal, monetaria y cambiaria.

Un gobierno sin pueblo

Sin ejes básicos, sin reglas y sin políticas no hay gobierno posible. El gobierno de Macri es un gobierno sin pueblo. Hoy el pueblo necesita un gobierno que los represente, no un gerente de los intereses oligárquicos y extranjeros quefundieron sistemáticamente al país.

Que ahora no le echen la culpa a la política. En todo caso tienen que hacer responsable de la crisis que padecemos a este gobierno de CEOs y empresarios que cumplieron las demandas de las corporaciones económicas: una por una, Y así nos dejaron.

El gobierno del pueblo es para que lo ejerzan políticos que tengan experiencia, formación y ejercicio de liderazgo capaz de lograr unidad en la diversidad.


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