Por Vidal Mario* - El 19 de julio de 2005, se cumplían 81 años de la masacre de Napalpí. La fecha fue propicia para una serie de actos que se desarrollaron durante dos días, en Colonia Aborigen Chaco.

Dichos actos recordatorios comenzaron el sábado 16 con jornadas de oración y reflexión, actividades que se extendieron a lo largo del siguiente día, domingo 17.

Entre las disposiciones adoptadas por los aborígenes a lo largo d aquellas dos jornadas figuró una decisión de “gestionar, por vía de los senadores y diputados nacionales chaqueños, que el Senado de la Nación apruebe la ley, actualmente ya con media sanción, instituyendo el día 19 de julio como Día de los Derechos Aborígenes”.

Se referían al proyecto del diputado nacional Claudio Ramiro Mendoza, el cual había sido aprobado por la Cámara de Diputados de la Nación en 1994 pero que, elevado al Senado, todavía permanecía allí sin definición, sin perspectivas de ser tratado, y que al final nunca trató.

También se dispuso promover ante la Legislatura provincial la sanción de una ley “para que el libro Napalpí, la herida abierta, de Vidal Mario, sea enseñada a partir del próximo año en todas las escuelas primarias y secundarias de la provincia”.

“Si hay una llama que no se debe apagar nunca, es la llama de la memoria”, apuntaron, justificando la iniciativa.

El acto principal se inició a las 14 del domingo 17 en la escuela de Colonia Aborigen Chaco, con la asistencia del autor de esta nota.

En la oportunidad, se leyó un documento que contenía inquietudes vinculadas tanto a la historia de Napalpí como a la situación, en ese entonces, de las distintas etnias aborígenes chaqueñas.

Otra emotiva recordación

Antes del acto arriba señalado, el viernes 16 de julio de 2005 en Resistencia, centenares de jóvenes estudiantes del CEJ 28 “Lorenzo Winter” se congregaron en el salón de actos del colegio para conmemorar el 81º aniversario de la masacre.

La iniciativa relacionada con dicha conmemoración había partido de la Biblioteca Escolar “Padre A. de Barzana”, a cargo de la bibliotecaria Diana Estela Ledesma.

Coordinados por la profesora Rosa Marinich, se habían conformado equipos de alumnos para recopilar textos relacionados con aquel episodio histórico, y confeccionar afiches alusivos que fueron colocados en las paredes del espacioso salón auditorio.

En esa misma ocasión, tuve el privilegio de que dicha escuela me tributara un reconocimiento por mi aporte “a la causa de los aborígenes del Chaco”, en tanto que alumnos del establecimiento, blancos y aborígenes, leyeron párrafos de mi libro. La conmemoración prosiguió con números folklóricos a cargo de solistas y conjuntos musicales.

La Subsecretaría de Cultura de la provincia (hoy Instituto de Cultura del Chaco) se sumó a la emotiva celebración posibilitando la presentación del coro toba “Chelalaapi”, cuya impecable actuación fue muy aplaudida por toda la concurrencia conformada por alumnos, padres y vecinos en general de la citada escuela.

“Un grito bien macho”

Uno de los emotivos textos leídos durante el referido acto escolar pertenecía a la alumna Natalia Eliana Galarza, del 9º 4º, y a su padre Víctor Ramón Herrera. Un tramo de ese escrito expresaba:

“Como un grito bien macho vivirá en mí un grito aborigen que nace desde el corazón mismo de nuestro Chaco: Napalpí. Es como un grito pidiendo auxilio. Napalpí, sangre toba, aborigen, india. Como quieras llamarlo. Napalpí es Chaco porque es sangre chaqueña derramada. No te olvides, hermano, de tender tu mano al aborigen, porque un día el hombre criollo le cavó un hoyo y lo enterró en él. Hasta hoy vivimos metidos como en una botella, sin poder disfrutar de ésta bendita tierra”.

Que se enseñe en las escuelas

Dos meses después, (septiembre de 2005), la diputada provincial María Elena Vargas presentó ante la Legislatura un proyecto de resolución por el que se solicitaba la incorporación “como bibliografía disciplinar la obra Napalpí, la herida abierta, del escritor y periodista Vidal Mario”.

En el mismo se sugería “la incorporación, como contenidos en los diseños curriculares jurisdiccionales de la provincia del Chaco, la temática referida a la masacre de Napalpí”.

Se solicitaba también “incluir estos contenidos en las áreas de Ciencias Sociales y en la de Formación Ética y Ciudadana para todos los niveles, regímenes especiales y otros servicios educativos”.

Otro de los fundamentos de ese proyecto consistía en estas palabras extraídas del prólogo del prólogo que el periodista y profesor de Historia, Antonio Savelio Yurkevich había hecho para mi libro “Napalpí, la herida abierta: “Éste trabajo de Vidal Mario merece y debe ser conocido en escuelas y en la misma Universidad”.

“Día de la Masacre de Napalpí”

El visible interés de la legisladora María Elena Vargas por el tema residía en que era oriunda de Machagai, en cuya jurisdicción se produjeron los hechos relatados en mi libro.

A los pocos días, presentó un segundo proyecto de ley, cuyo primer artículo propiciaba:

“Incorpórese en el Calendario Escolar Único y Permanente, en la sección Efemérides, la conmemoración, para todos los niveles, regímenes especiales y otros servicios educativos del sistema provincial de educación, de gestión estatal o privada del Ministerio de Educación, Cultura y Tecnología, la fecha 19 de julio de cada año como Día de la Masacre de Napalpí”.

El artículo segundo disponía que se establezca “en la sección Cronograma Básico del Calendario Escolar Único y Permanente la semana del 13 al 19 de julio para conmemorar la Masacre de Napalpí”.

En los fundamentos de dicho proyecto de ley, que llevaba el número 1487, se subrayó la necesidad de “sensibilizar y lograr una actitud reflexiva y crítica respecto de los hechos históricos y sus consecuencias, además de concienciar, como dice monseñor Bernard Quintard, que la violencia es siempre injusta y significa la derrota del derecho”.

La historia, a las aulas

El 15 de octubre de 2005, la Cámara de Diputados del Chaco sancionó la ley que establecía que el calendario escolar único y permanente de efemérides de la provincia incluya la fecha 19 de julio como “Día de la Masacre de Napalpí” y, en la sección cronograma básico, que en la semana del 13 al 19 de julio los alumnos rememoren ese episodio.

Los diputados también aprobaron un proyecto de resolución por el que se solicita al Poder Ejecutivo “incorpore a los diseños curriculares jurisdiccionales, en las áreas que correspondan, de los distintos niveles y modalidades del sistema educativo provincial la temática referida a la Masacre de Napalpí, sugiriendo como bibliografía la obra Napalpí, la herida abierta, del escritor y periodista Vidal Mario”.

Todo esto se hizo en los primeros tiempos. Después, todas estas iniciativas para las escuelas fueron cayendo en el olvido.

Hoy, las campanas de Napalpí ya no suenan en las escuelas.

*(Autor de cinco libros sobre la masacre de Napalpí)


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