El escritor e historiador Vidal Mario dialogó con Primera Línea acerca de algunos aspectos relacionados con la provincialización del Chaco, en el marco de otro aniversario más que se celebra el 8 de agosto. Primero, dijo que desde principios de siglo se venía insistiendo en este aspecto y por iniciativa de un espectro amplio de actores políticos y no fue solamente la idea de un grupo de trabajadores locales como se piensa. Y segundo, aseguró que la decisión partió de una finalidad netamente electoral, porque a nivel nacional se necesitaban votantes para las elecciones de 1951.
Vidal aclara que hubo muchos proyectos para que el Chaco sea una provincia y uno de los pioneros fue Irigoyen, que en 1922 elevó al Congreso Nacional un proyecto de ley para que todos los territorios nacionales sean declarados provincias, especialmente Chaco, Misiones y La Pampa, pero no rindió frutos.
Antes, en 1919, Enrique Linch Arribálsaga, (quien fundó la reducción Napalpí en 1911), fundó la Liga Teritorial y sobre el tema también comenzaban a hacerse eco los diarios locales y nacionales.
Ya para las elecciones de 1946, en las plataformas políticas de de la UCR, del Partido Socialista y del Partido Progresista, ya figuraba la misma idea, por lo que “el tema interesaba a muchos”.
“Ahora, lo que llama la atención es que en 1946 Perón no consideraba necesario la provincialización del Chaco y así inclusive figura en el Primer Plan Quinquenal” acotó.
Es que allí vertió una opinión “en la que consideraba que el tema era muy complejo y que no estaban dadas las condiciones para hacerlo, por lo que se opuso en un principio”.
En ese mismo año, arribó a El Zapallar, (como se lo conocía a la localidad de General San Martín), el secretario general de la CGT, José Espejo, que fue recibido por integrantes de la Federación de Sindicatos Agrarios del Chaco, presidido por Felipe Gallardo, quien entregó documentaciones donde reflejaba la potencia productora del chaco, junto con la firma de miles de trabajadores que querían la provincialización.
“Por eso es que hasta hoy se sigue insistiendo que esto de la provincialización es un logro de los trabajadores chaqueños, pero en realidad no es así, como yo lo vengo diciendo, esto se venía dando desde principio de siglo, sin importar banderías políticas” sostuvo Mario.
Según el escritor, Perón tenía otra preocupación en mente, “la reelección” presidencial, porque la Constitución de 1853 no se lo permitía y por eso llamó a una Convención Constituyente para modificarla. “La constituyente de 1949 fue tan bastarda y antidemocrática como la que dos años después se hizo aquí en el chaco para la constitución de 1951” agregó.
“Eso retrasó la provincialización del Chaco. Y solucionado ese tema, recién se acordaron. Además había que ampliar el espectro electoral, porque las elecciones de 1952 habían sido adelantadas a noviembre de 1951, por lo que se apuró, por ley, tanto a Chaco como a la Pampa, el derecho a votar y elegir presidente y vicepresidente” aseguró Vidal.
En este sentido, sentenció: “La provincialización del Chaco fue de un oportunismo electoral envidiable. Tuvo una clara finalidad política, que está dada también en los nombres que se dieron a ambas provincias. Presidente Perón a Chaco y Eva Perón a La Pampa”.
Ese nombre, llevó la provincia desde 1951 hasta 1955, propuesto por el constituyente Sepúlveda, que consideraba que la palabra Chaco “era solamente una denominación geográfica que no significaba nada”.
Incluso “el escudo era el mismo que el del Partido Justicialista, solamente se le agregó la cabeza de Perón en uno de los extremos”.
Por esto, “fue por un lado un acto de justicia, pero barnizado con una clara intención política”.
En aquella oportunidad y como primer gobernador constitucional del Chaco, fue electo uno de los Convencionales Constituyentes, Felipe Gallardo, otro de los que propuso que esta provincia se llame presidente Perón.
Salón matador de indios
Vidal lamentó que hace 6 años atrás no se logró cambiar de nombre al Salón de Actos de Casa de Gobierno, que actualmente se llama Rafael Obligado, considerado un “matador de indios” por su labor militar contra los pueblos originarios.
La iniciativa había sido del mismo gobernador Jorge Capitanich, que propuso poner el nombre 6 de agosto de 1951, pero “por falta de consenso, dio marcha atrás”.
“Sin embargo, se sigue llamando al Salón, Manuel Obligado, que fue un ‘matador de indios’, como se lo conoce en Reconquista. Chaco sigue siendo la única provincia del país cuyo salón de gobernación lleva el nombre de un militar que fue una pesadilla”, consideró.