La mamá de Romero reconoció que en una oportunidad, German Cazal intentó ahogarla con una almohada y en otra apuñarla. Dijo que su hija vivió esta situación durante 9 años.

La mamá de Luciana Romero comentó que muchas de las agresiones que sufrió Luciana Romero durante 9 años, ella recién las conoció en el juicio con la declaración de su hija el día lunes en el inicio del juicio contra German Cazal.

Visiblemente conmocionada con lo que están viviendo como familia, también criticó que el acusado haya estado presente y se haya cruzado con Luciana durante la jornada, siendo que habían pedido que no estén en el mismo lugar. De hecho, ella se descompuso en la audiencia antes de prestar declaración.

Acerca del imputado y expareja de su hija, Irma dijo que "estuvo mudo un año y ahora dio vuelta la causa. Lo que dice es que el padre de Luciana chocó el auto, que él se defendió y que Luciana entró a pegarle,  que él tomó el arma blanca que tenía y que ella sola se lastimó”.

"Ella la pasó bastante mal, no sabía que él iba a estar, además estaba sin esposas. Nos dijeron que no se iban a cruzar y ella se descompuso” continuó.

La mujer reconoció que durante la audiencia del lunes se enteró de cosas que ignoraba. "En una oportunidad él intentó ahogarle con una almohada y que la soltó porque la nena gritaba, una vez intentó apuñalarla, cosas que yo no sabía y me enteré ahí”, confesó y afirmó que hace nueve años que ella viene sufriendo esta situación.

Irma declarará el jueves junto con su hija menor. Mientras que se espera que el viernes terminen las testimoniales y se pase a los alegatos. De allí se tendrán unos 10 días hasta que se dicte la sentencia.

"Yo quiero creer que mi hija no va a ser un caso Famoso y un Sebastiani más. Creo que la Justicia va actuar como debe. Hay demasiadas pruebas” además de que Cazal "tiene muchas causas, no solamente lo que hizo con mi hija, sino lo que le hizo al padre, a un compañero de trabajo, las amenazas a las chicas, a mí, a mi hija y el secuestro virtual de mi nieta”.

"Necesitamos poder andar tranquilos por la calle. Este hombre no mostró arrepentimiento en ningún momento ni sentimiento de culpabilidad. Que esté sin esposa, podría haberla matado a mi hija y otra vez no iban a poder hacer nada, porque es un espacio chiquito” dijo al respecto de la sala donde se lleva a cabo el juicio.


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