La división Delitos Tecnológicos que pertenece a la División de Investigaciones complejas visitó la redacción de Primera Línea a fin de contar acerca de la tarea que hacen en el área y que se acentúo a raíz de la promulgación de la “Ley de Grooming” en el año 2013.

Carlos Ramírez es el jefe de la división, subcomisario y analista en sistemas. Eduardo Escobar es oficial principal y capacitador en delitos tecnológicos. Ambos integran un equipo de 10 personas que funciona hace dos años como grupo de trabajo. “Antes veníamos haciendo cosas referente a los tecnológico, pero en el año 2008 recién tuvimos nuestra primera intervención con el caso de un médico del interior del Chaco. La división de delitos tecnológicos como tal se creó en el año 2015”.

Carlos cuenta la sinergia en el trabajo con respecto a lo tecnológico. “Como grupo nos potenciamos mucho y vemos la necesidad de generar un nuevo rol en lo digital”. Se considera delito tecnológico cuando la tecnología es usada para quebrar las leyes. “La comunicación no es el delito en sí, lo es la tecnología que lo lleva al delito. Las técnicas que usamos nos lleva a saber cuando es delito o no. Por ejemplo, se puede ver a través de internet la cantidad de pornografía infantil que circula en internet pero tenemos que tener una denuncia para poder reportarla como delito. Hay 400 / 450 reportes de pornografía infantil por mes en Chaco. Hay fotografías de imágenes explicitas de niños y niñas que son nuevas y tenemos que tener la suficiente avidez de llegar a las personas que están consumiendo y/o produciendo pornografía infantil. Los delitos conllevan muchas gestiones y comportamientos, más en los niños que envían imágenes a otros.”

 

Evidencia y allanamiento

Por su parte, Eduardo explica cómo es una evidencia y cómo es un allanamiento referido a lo tecnológico. “La evidencia que nosotros buscamos está contenida en un dispositivo y cuando allanamos la casa, con una orden judicial de por medio, buscamos donde está alojado esas imágenes. Es una actividad multidisciplinaria con otros profesionales”.

Carlos acota que “hay muchos delitos que como perito tecnológico tengo que encontrar el dispositivo donde está alojado la evidencia. Esto lleva tiempo y la ayuda de las personas involucradas “.

Según el subcomisario, hay un retraso en el país con respecto a las leyes.  “En todos los delitos tecnológicos, las leyes están por detrás y la tecnología va por delante. Hoy en día se necesita que los legisladores adecuen las leyes para que lleguen antes de la tecnología y no después.  En el congreso hay media sanción para que la tenencia de pornografía infantil sea delito porque actualmente no lo es”.

Además, apunta a lo que las personas hacen en la intimidad y cómo puede conducir a ser un problema eterno.  “En la oficina recibimos muchos casos de sextorsión, que son imágenes compartidas de parejas desnudas que luego se usan para extorsionar. Lo que queda digitalmente, no se puede borrar de internet. Ese error digital se lleva de por vida y hasta después de la muerte. Los celulares tienen contenido laboral e íntimo y hay medidas preventivas para encriptar la información”, asegura el jefe Ramírez.

Consejos

Según Carlos Ramirez, "El usuario es el eslabón más débil en todo esto. La capacitación debe partir de educar a las personas en cómo prevenir caer en una trampa en las redes sociales o ayudar a que los niños no caigan". Por esto, los especialistas enumeran algunos consejos:

  • No borrar la url de la foto alojada en internet
  • No asustarse y borrar las imágenes
  • Buscar todos los datos técnicos
  • Dialogar con los niños para saber que está haciendo en internet
  • Para los padres, es recomendable que hablen mucho con sus hijos.
  • No subir información privada en las redes, como datos de direcciones, números de teléfonos, ubicaciones, etc.
  • Se recomienda que a partir de los 12 años puedan usar un dispositivo.
  • Respetar los límites de las redes sociales, como Facebook que habilita cuentas a partir de los 13 años de edad.
  • Antes de los 2 años de edad no es recomendable en lo absoluto el uso del dispositivo.

 


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