Es uno de los principales factores de riesgo de muerte e invalidez, y la causa prevenible más importante de enfermedades cardiovasculares y ACV del mundo. Sin embargo, se estima que casi la mitad de los menores de 35 años no sabe que la padece. La hipertensión arterial es una enfermedad silenciosa, y muy frecuente. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, se estima que 1 de cada 3 adultos la padece.

Pero no son sólo los mayores los que la tienen. De acuerdo con los resultados de un estudio realizado por la Sociedad Argentina de Cardiología y la Federación Argentina de Cardiología en todo el país, los casos de esta afección en menores de 18 años aumentan progresivamente y se estima que el 6% de los chicos y adolescentes la tiene.

Por lo general, la hipertensión arterial puede manifestarse con dolor de cabeza, vértigo, palpitaciones del corazón y hemorragia nasal. Pero al no mostrar síntomas contundentes, puede pasar completamente desapercibida.

“La gente joven, si no tiene un síntoma, no concurre a la consulta y esto queda muy reflejado porque el grado de desconocimiento es mucho mayor en los varones menores de 35 años que en las mujeres de esa misma edad. Y esto tiene que ver porque ellas consultan al ginecólogo que, en alguna oportunidad, le toma la presión. En cambio, el varón si no tiene síntomas no consulta a ningún médico”, explicó el Dr. Juan Carlos Pereira Redondo, Secretario Científico del Consejo de Hipertensión Arterial de la Sociedad Argentina de Cardiología, y Jefe de Unidad de Hipertensión Arterial CEMIC.

Récord de obesidad infantil

Pero si al problema de la hipertensión se le suma que la Argentina es dueña del récord de obesidad infantil en América Latina, el combo puede ser explosivo.

“En estudios realizados en Buenos Aires, y en Montevideo, Uruguay, mostraron que en los chicos obesos la hipertensión arterial rondaba entre el 11 y el 12%, mientras que en los chicos delgados eran del 3,5%. De esta manera, quedó demostrado que se duplicaban y triplicaban el riesgo de ser hipertensos en pacientes niños y adolescentes obesos”, precisó el doctor, quien, además, aseguró que esto no es sólo un problema de Argentina sino también regional.

Las principales causas de esas problemáticas radican en las dietas desequilibradas, compuestas mayoritariamente por alimentos procesados ricos en sodio, exceso de bebidas azucaradas y una escasa ingesta de frutas y vegetales. Y por supuesto, el sedentarismo, cada vez más presente en chicos, jóvenes y adultos.

¿Cuándo es considerada hipertensión arterial?

Cada vez que el corazón late, bombea sangre a los vasos que la llevan a todas las partes del cuerpo. Cuanto más fuerza ejerce contra las paredes de los vasos, más esfuerzo tiene que realizar el corazón para bombear.

Según explica la OMS, la tensión normal en adultos es de 120 mm Hg1 cuando el corazón late (tensión sistólica) y de 80 mm Hg cuando el corazón se relaja (tensión diastólica). Cuando la tensión sistólica es igual o superior a 140 mm Hg y/o la tensión diastólica es igual o superior a 90 mm Hg, la tensión arterial se considera elevada.

Y cuanto más alta es, mayor es el riesgo para el corazón, los vasos sanguíneos del cerebro y los riñones. Y si no se controla, puede provocar, entre otros problemas, deficiencia renal, ceguera, deterioro cognitivo, un ensanchamiento del corazón (infarto de miocardio) y, a la larga, una insuficiencia cardíaca.

Pero no hacen falta medidas drásticas ni privarse de comer alimentos. Lo importante es tomar conciencia y adoptar pequeñas acciones cotidianas. Por ejemplo, se estima que con sólo reducir 3 gramos por día el consumo de sal por habitante, se evitarían 6.000 muertes anuales.


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