Transcurrían 8 minutos de la segunda parte en Arroyito; Rosario Central ya le había empatado 1-1 el partido a River a partir del gol de Agustín Allione, con complicidad de Franco Armani. Desde una de las tribunas, una mujer saltó al campo, se quitó la remera, y comenzó a correr entre los futbolistas, provocando la sorpresa de los protagonistas y de todos los espectadores.

La mujer, con un bodypainting con los colores del Canalla (azul y amarillo) y Newell's (rojo y negro) en el torso, y pintada con los colores de River y Boca de la cintura para abajo, atravesó el campo a lo largo, llegó hasta el área que defendía el local y saludó repetidamente hacia las graderías.

Uno de los oficiales afectados al operativo intentó interceptarla, pero la mujer lo gambeteó. Enseguida, varios policías se sumaron al intento y, cerca del círculo central, el objetivo quedó cumplido. La joven fue rodeada y acompañada fuera de los límites del campo de juego y el árbitro Andrés Merlos pudo reiniciar el encuentro.


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