El cuerpo de una mujer policía oriunda de Presidencia Roque Sáenz Peña fue hallado sin vida en su casa de la localidad bonaerense de Ezeiza con un disparo en la cabeza y si bien en principio la Justicia afirmó que se trataba de un suicidio, los familiares de Gisela Depertuis, la víctima, lograron aportar pruebas para el cambio de cáratula.

Jésica, hermana de la uniformada fallecida, contó detalles de cómo encontraron el lugar donde ocurrieron los hechos: "A nosotros nos dijeron que fue un suicidio y querían cerrar la causa así, pero cuando nosotros vinimos a la casa y vimos el panorama, nos dimos cuenta que se trataba de otra cosa. Cerramos todo y buscamos al abogado".

Al ser consultada sobre si sospechaba de alguien, la mujer comentó: "La pareja de mi hermana era Jonathan Giuliani y es policía local acá en Ezeiza y sigue trabajando normalmente". También aclaró que no hubo ninguna denuncia de violencia de género en la pareja. "Su ex fue el último en verla con vida", aseguró.

Por otro lado Mario, cuñado de la víctima, denunció que "no hubo faja de clausura" para el inmueble donde ocurrió el crimen e inclusive que tuvieron que ponerle una doble cerradura porque el sospechoso pidió una llave para poder ingresar a sacar cosas suyas del inmueble y la policía se lo dio.

También afirmó que ningún perito analizó las manos de Depertuis porque "estaban llenas de sangre".

Por último, Jésica le pidió a las autoridades judiciales que se investiguen los celulares de ella y de él".


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