El Centro de Industriales Panaderos del Chaco (CipChaco)y la Fauppa se mostraron preocupados por las consecuencias del contenido del referido decreto por el cual el Gobierno provincial a partir de julio suspendió la compra de bizcochos y otros productos para el refrigerio del personal y a cambio se abonará a todos los empleados estatales un rubro para el mencionado refrigerio.
“Seguramente, la medida será conveniente para todo empleado público, hecho que no vamos a cuestionar, pero tampoco podemos dejar de señalar que cuánto afecta al empresario panadero como al trabajador y las consecuencias de pérdidas económicas y laborales son muchas, habida cuenta de la importantísima cantidad de empleados públicos que antes consumían y ahora no. Más nos duele y llena de impotencia el hecho de que cuando se proveía al Estado para el refrigerio, siempre debimos esperar varios meses para cobrar sin que quizás nadie hubiese prestado atención. Si no se revé esta decisión, se perderían más de 50 puestos de trabajo”, advirtieron Diego Ballesta, del (CipChaco) y Abel Frutos, de Fauppa.
Explicaron que lo mismo con otros sectores de la administración, donde se consumen productos de esa industria como escuelas, hospitales, alcaidías, etc. “Nuestro sector no puede seguir financiando por meses para cobrar, en tanto insumos, salarios, leyes sociales y demás se deben pagar en muy corto plazo”, remarcaron.
Pan correntino
En este sentido, indicaron que “además, por si fuera poco, hasta el propio Estado provincial permite y actúa comprando pan venido de la Provincia de Corrientes. Concretamente, esto sucede en el hospital Perrando ya desde hace más de un año. Como resulta casi inaceptable plantear esto a las altas autoridades provinciales, lo hacemos público al menos, rogando que en el futuro agilicen los pagos a nuestro sector y se proteja a la industria chaqueña”, concluyeron.