El conglomerado brasileño Odebrecht declaró la quiebra para intentar reestructurar una deuda millonaria mientras continúa envuelta en un escándalo de corrupción que ha afectado a políticos de varios países latinoamericanos.

Se trata del mayor proceso de recuperación judicial de la historia de Brasil, con una deuda que supera los 98.000 millones de reales (más de US$ 25.000 millones) aunque gran parte de la deuda (84.000 millones) corresponden a créditos concursales y están sujetos a recuperación judicial, informó la agencia de noticias EFE.

A su vez, de esos 84.000 millones, unos 33.000 millones de reales equivalen a deudas contraídas entre las propias compañías del grupo.

Al solicitar la recuperación judicial, ODB dejó afuera a la petroquímica Braskem, a Odebrecht Ingeniería y Construcción y a Ocyan, entre otras, consideradas como "bienes esenciales" para la supervivencia del grupo.


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