Un hombre de 38 años ingresó a un banco del partido bonaerense de San Martín para retirar plata de un cajero automático y, al ver que su dinero no salía de la máquina, comenzó a revisarla. Tras inspeccionarla por varios minutos, descubrió que estaba a punto de ser víctima de un método de robo llamado "cash trapping" que ya se había detectado en España.

Alejandro Torres fue a una sucursal del Banco Provincia situada en la calle Int. Alberto M. Campos al 2000 ayer, a las 6 de la mañana, realizó la operación para retirar dinero y se sorprendió al ver que el efectivo no salía. "No podía entrar a reclamar al local porque abría a las 10 y yo tenía que irme a trabajar. No sabía qué hacer", dijo el hombre en contacto con Crónica.

En ese momento, escuchó que el hombre que tenía a su lado, que estaba trabajando en la recolección de residuos pero frenó para sacar dinero del cajero, tenía las mismas dificultades. Luego de revisar la máquina expendedora durante varios minutos, Torres descubrió que una placa metálica impedía la salida de billetes, la sacó con ayuda de una llave y encontró el monto que había solicitado.

"Le avisé al otro hombre que había podido sacar mi plata y le recomendé fijarse si había una placa metálica también en su cajero. Efectivamente, su máquina también había sido intervenida. Agarré mi celular y grabé cómo logramos sacar el sistema colocado", detalló el afectado a nuestro medio.

"Mientras estábamos grabando, entró al banco un joven con aspecto sospechoso a la sucursal. Tenía una gorrita puesta. Nos miraba, se colocó frente a otro cajero y se fue sin realizar ninguna operación. Pudo haber sido el que colocó las placas ya que intuyo que el ladrón permanecía en las inmediaciones del lugar", explicó.

El método “cash trapping”

El método "cash trapping" registrado en el banco de San Martín ya había sido detectado en España por los Mossos d'Esquadra. El sistema de robo consiste en colocar en el dispensador de billetes de los cajeros una placa de metal que impide que estos salgan.

Cuando el cliente nota que su dinero no sale, suele abandonarla e irse pensando que el cajero está dañado. Luego, el delincuente ingresa al banco, retira el dispositivo y se lleva el dinero que queda enganchado en la pegatina de la pieza metálica.


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