Algunos bancos están anunciando a sus clientes que a partir del 1 de septiembre subirán las comisiones que cobran por el mantenimiento de productos bancarios o por operaciones particulares. Es el caso de los bancos Macro y Comafi, entre otros, que decidieron estas subas que rondarán el 15%.
Los bancos tienen libertad para establecer las comisiones que cobran a sus clientes. El Banco Central, que los regula, ha resuelto dejar plena libertad de acción a las entidades cambio de que éstas informen los cambios a sus clientes con 60 días de anticipación.
Entre enero y marzo, las entidades bancarias subieron sus comisiones en un 20%, aunque algunas lo hicieron por debajo de ese nivel y postergaron un segundo aumento hasta pasadas las vacaciones de invierno.
En la actualidad existe una gran disparidad de precios para los mismos productos. Así, la reposición de una tarjeta de débito por robo, extravío o destrucción puede costar entre $22,99 en el banco Credicoop, hasta $100 en el Banco Provincia.
Lo mismo sucede que el cargo que cobran los bancos por el uso de un cajero automático de otra entidad y que comparte la red. En ese caso, los precios van desde $14,37 por operación, del Banco Nación, hasta $25,71 del Hipotecario.
Si la operación es realizada en un cajero automático de otra red de la del banco del cual uno es cliente, los precios suben hasta $30,25 por cada operación (consulta de saldos, extracción, etc).
El cobro de comisiones viene perdiendo participación en el total de los ingresos de los bancos. Mientras que en mayo de 2015 representaban el 4,1% del total, dos años después alcanzaron al 3,6%.
Con estas subas, los bancos incrementan el costo de los servicios a sus clientes muy por encima de la inflación esperada de este año, en torno del 24 o 25%.