Al menos 27 personas murieron y muchas están desaparecidas tras reventar este miércoles los muros de la represa de Patel, en la localidad de Solai, en el suroeste de Kenia.

"Hemos recuperado 27 cuerpos y hay mucha gente desaparecida. Esto es un desastre", dijo el jefe de la policía de Rongai, Joseph Kioko.

La represa, situada en el condado de Nakuru, se reventó el miércoles a las 21 hora local (15 de Argentina) y el agua inundó los campos de cultivos cercanos, pero también un centro comercial, varias escuelas y otros edificios de la localidad de Solai.

Hasta que acabaron las operaciones de rescate, a la 1 local (19 hora argentina) se había hallado unas 40 personas atrapadas en el barro, que fueron trasladadas a los hospitales más cercanos.

Según testigos de la zona citados por el periódico Daily Nation, se escuchó una explosión a última hora antes de que el agua comenzase a brotar, arrasando centenares de casas.

Se trata de una megapresa situada en la parte superior de un total de tres embalses de propiedad privada, que sirven para suplir a las granjas y tierras de cultivos en la zona.

Las otras dos presas se encuentran en buen estado, pero también contienen una gran cantidad de agua, y más de 20 familias han sido evacuadas de la zona para evitar nuevos desastres.

El ministro keniano del Interior, Fred Matiang'i, aseguró que mandará esta mañana un contingente de ayuda a la zona, en la que trabajan equipos de rescate del condado de Nakuru, la Cruz Roja keniana, y el Servicio Nacional de Juventud.

Kenia ha registrado en los dos últimos meses lluvias intensas que han causado inundaciones que han acabado con la vida de 118 personas y el desplazamiento de unas 271.000 personas, según el último informe publicado este miércoles por la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).


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