La Comisión Europea incrementó la presión sobre Facebook, Twitter y Google para que adapten sus condiciones de uso a la legislación europea y eviten así la imposición de una multa, después de que las propuestas presentadas por las gigantes tecnológicas fueran consideradas insuficientes.
En junio las autoridades de la CE y organizaciones de protección al consumidor del bloque escribieron a las tres empresas un comunicado, donde les solicitaron que mejoren sus propuestas de cambios a las condiciones de uso a fines de septiembre, para que se adapten a las normas europeas, según los documentos a los que tuvo acceso la agencia Reuters.
Las preocupaciones se centraron principalmente en los procedimientos que las firmas propusieron establecer para la eliminación de contenidos ilegales en sus sitios web, términos que limitan su responsabilidad y que les permiten remover de forma unilateral contenido publicado por los usuarios.