En una entrevista concedida a Perfil, la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, habló sobre el flagelo del narcotráfico.
—El presidente Macri la acusa de no preocuparse lo suficiente por el narcotráfico.
—Es exactamente lo contrario. Desde que creé la Procunar, la Procuraduría de Narcocriminalidad, donde no había ningún equipo especializado en narcotráfico, se produjeron los golpes más fuertes en la historia de la Justicia a las grandes complicidades policiales y judiciales. El jefe de Policía de la provincia de Santa Fe, Hugo Tognoli, condenado; el jefe de Drogas Peligrosas de Córdoba, Rafael Sosa, condenado por encubrimiento; el juez Raúl Reynoso, a quien invitaban siempre a dar conferencias sobre narcotráfico. Recuerdo que el Ministerio de Seguridad, en ese momento, estaba indignado: lo consideraban uno de los más efectivos, el que más decomisos hacía, el que más gente detenía. Sí, a los perejiles. Jefes, nunca.
—Doctora, el Gobierno hace gala del aumento del decomiso de droga, del aumento de casos en los que se apresa a los más grandes y no a pequeños dealers, y por lo que usted dice eso es resultado no sólo de esta gestión sino de los cambios producidos por las procuradurías especiales.
—No me atrevería a decir tanto. La verdad es que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ha puesto mucho empeño, mucho trabajo. Hay policía que realmente arriesga su vida todos los días luchando contra el narcotráfico. De ninguna manera niego el trabajo que se está haciendo y la importancia de los decomisos. Pero usted sabe que cuando uno decomisa droga, el narcotráfico no desaparece. Suben el precio, la droga se vuelve más cara para los adictos, se enriquecen aún más. Esa clase de combate no hizo desaparecer el narcotráfico. Por el contrario, aumentó. Entonces, lo que sí es un aporte del Ministerio Público es la política criminal, que es una línea que he establecido a través de las procuradurías que trabajan, que asisten a todos los fiscales del país. Que es ir por los grandes zares del negocio. Porque los dealers, los soldaditos, estas mujeres mal llamadas “mulas”, que cargan la droga en su cuerpo, son reemplazables, no les importan, son un número.
—Seguir el dinero permite llegar al fondo de la cuestión.
—Claro. En materia de narcotráfico hay que ir hacia el dinero. En general siempre se concibió la organización criminal como un grupo de personas que participan en actividades delictivas. Hoy parecen grupos de actividades delictivas en las que participan personas, porque se encarcela a sus cabecillas y la organización sigue funcionando, incluso manejada desde la cárcel. Entonces hay que desarticular, hay que ir por el narcotráfico violento y evitar la dominación territorial.
—Entiendo, por lo que usted dice, que es injusta la acusación respecto de que usted no se preocupa por el tema narcotráfico que le hace el Presidente. Para que me quede claro: ¿usted le reconoce a la actual gestión una mayor preocupación por el tema narcotráfico y éxito en la lucha contra él?
—Le reconozco a la ministra Patricia Bullrich un gran trabajo en materia de narcotráfico.