Un nuevo estudio sobre cómo llegan los bebes al mundo concluyó que en Argentina cerca del 40% de los partos ya son por cesárea, un promedio muy por encima de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud, que establece que no hay razones científicas para que las cesáreas se practiquen en más del 15% de los nacimientos.
Este nuevo estudio, publicado en el Paediatric and Perinatal Epidemiology relevó 259 hospitales pertenecientes a 20 países de ingresos medios y bajos entre los años 2004 y 2011. En ese período el incremento de cesáreas se mantuvo a un ritmo de 4% anual. América Latina, precisamente, es una de las regiones con el promedio más elevado, con un 40,5% de cesáreas, publica hoy el diario La Nación.
El año pasado la Organización Panamericana de la Salud difundió los datos del 2º Informe de Relevamiento Epidemiológico SIP-GESTIÓN, en el que la tasa de cesáreas en hospitales públicos de Argentina mostró una tendencia creciente y sostenida durante el quinquenio 2010-2014 con un valor promedio del 30,9 por ciento. Además, si se tomaba en cuenta el sector de obras sociales, la cifra ascendía hasta el 67 por ciento.
“Las altas tasas de las operaciones cesáreas son un indicador claro de inequidad. Se da la paradoja de que mientras las poblaciones que más necesitan la cesárea en el mundo muchas veces no acceden, en otras regiones como América se registra una sobreutilización de las mismas”, afirmó en ese entonces el consultor en Salud Materna de la OPS/OMS en Argentina, Ariel Karolinski.
Si bien la cesárea es una práctica que está indicada para cuando la vía vaginal ponga en riesgo la vida del bebé o de la mamá, en muchos casos es innecesaria. “La cesárea disminuye algunos riesgos, pero aumenta otros. Para la mujer, no tiene ningún tipo de beneficio. Para el bebe, debería evitar los peligros del trabajo de parto, pero ningún estudio mostró que en países que tienen tasas de cesáreas por encima del 10% esto se asocie con descenso de la mortalidad neonatal. Cuando la cesárea es baja (menos del 15%), soluciona; de ahí para arriba previene algo que tiene tan bajas chances de ocurrir que es insignificante, y entonces aumenta otros riesgos”, afirma Fernando Althabe, obstetra y profesor de salud pública en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y director del Departamento de Investigación en la Salud de la Madre y el Niño del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) de Buenos Aires.