Los diputados británicos apoyó este jueves por 412 votos frente a 202 pedir a la Unión Europea (UE) que se retrase la fecha para el "Brexit", la salida del Reino Unido del bloque, fijada el 29 de marzo.

Los diputados respaldaron una moción de la primera ministra Theresa May que dice que el Gobierno solicitará una prórroga del plazo de negociación hasta el 30 de junio si la cámara aprueba un pacto de "brexit" antes del 20 de marzo -víspera del Consejo Europeo- y que sería más larga si no hay acuerdo.

Más temprano, el Parlamento rechazó celebrar un segundo referéndum sobre el asunto. Este rechazo supone un revés para los que tenían la esperanza de una nueva consulta que anulara la salida de la Unión Europea.

La votación en la Cámara de los Comunes se celebra después de que los diputados descartaran anoche, y por tan solo cuatro votos, salir de la UE sin acuerdo.

La primera ministra espera hacer un tercer intento por someter a la votación de los diputados el acuerdo negociado con Bruselas, a pesar de que ese tratado ya fue rechazado dos veces por los comunes, en enero y el martes.

En un evidente intento de poner entre la espada y la pared a los diputados antieuropeos deseosos de abandonar el bloque, pero reacios a hacerlo en las condiciones actuales, May les advirtió que, si rechazan por tercera vez el acuerdo, la prórroga sería mucho más larga, lo que forzaría al Reino Unido a participar en las elecciones europeas de mayo. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ya advirtió este jueves que Reino Unido debe "repensar su estrategia del Brexit" y crear "un consenso en torno a ella", si quiere que la UE le conceda una "larga" extensión.

May ya había advertido a los diputados a principios de semana que "votar contra un Brexit sin acuerdo y a favor de una prórroga no resuelve los problemas a los que nos enfrentamos". "La UE querrá saber qué uso queremos dar a esta ampliación", subrayó.

A pesar de las nuevas garantías facilitadas por la UE sobre la controvertida cláusula irlandesa del acuerdo -diseñada para evitar una frontera dura entre las dos Irlandas-, los diputados conservadores más euroescépticos y los probritánicos del Partido Democrático Unionista (DUP) de Irlanda del Norte rechazaron dos veces el acuerdo que May negoció con Bruselas.

Según los medios, miembros del DUP esperan mantener hoy conversaciones con el Gobierno para encontrar una salida que permita a sus diez diputados respaldar el pacto en una tercera votación.

Pese a todo, un Brexit sin acuerdo sigue siendo la opción "por defecto", es decir que si llegada la fecha fatídica no se ha aprobado una solución alternativa, Reino Unido puede verse involuntariamente abocado a una salida abrupta de la UE.

Según el Banco de Inglaterra, una salida sin acuerdo, el escenario más temido por el establishmente, podría dejar al país en una grave crisis económica, con un aumento del desempleo y la inflación, desplome de la libra y del precio de la vivienda y casi el 10% de reducción del PBI.

 


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