El Gobierno de Colombia y la organización guerrillera Ejército de Liberación Nacional (ELN) propusieron a Estados Unidos y España participar en el diálogo de paz en Caracas, interrumpido hace cuatro años y con el que se busca dar cumplimiento a una de las principales promesas que el presidente Gustavo Petro hizo antes de asumir el cargo este año.

"Se acordó adelantar acciones diplomáticas con el gobierno de los Estados Unidos para conocer su disposición a participar en este proceso mediante un enviado especial a la mesa de diálogo", señaló un comunicado difundido en Twitter por el senador Iván Cepeda, parte del equipo negociador.

El texto indicó que las partes ratificaron a Cuba, Noruega y Venezuela como países garantes y "acordaron invitar" a Brasil, Chile y México "para definir su participación".

Formalizó también a que se sume a la mesa de diálogo al representante especial en Colombia de las Naciones Unidas y a la Conferencia Episcopal de Colombia.

Además de invitar a Estados Unidos a que participe mediante un enviado especial, el Gobierno colombiano y el ELN invitaron a Alemania, Suecia, Suiza y España para que "consideren su participación en este proceso como países acompañantes".

Horas más tarde Colombia invitó formalmente a España para ser país acompañante en las negociaciones de paz, informó la agencia de noticias Europa Press.

El Gobierno de izquierda y la organización insurgente, de extracción marxista, reinstalaron el 21 de noviembre pasado las negociaciones bajo el lema "la paz es nuestro sueño, los cambios, nuestro camino"

Los diálogos con el ELN estuvieron congelados durante el Gobierno conservador de Iván Duque, y se cortaron del todo en enero de 2019 después de que la guerrilla hiciera explotar un coche bomba en una Escuela de Cadetes de Bogotá, con un saldo de 22 muertes.

Ya con Petro en el Gobierno, las partes anunciaron el mes pasado la reanudación de los diálogos de paz.

El ELN, fundado en 1964, es la última guerrilla reconocida en Colombia y ha sostenido negociaciones frustradas con los últimos cinco presidentes.

Después de la suspensión de los diálogos, el ELN aumentó su pie de fuerza de 1.800 a 2.500 miembros, según estimaciones oficiales, con la infraestructura energética y las transnacionales como "objetivos militares".

El primer comandante del grupo rebelde es Eliécer Chamorro, alias "Antonio García" y si bien encabeza el órgano directivo conocido como Comando Central, la organización tiene una estructura federada con vocería propia en cada frente, lo que según expertos dificulta las negociaciones.

Con presencia en la frontera con Venezuela, el ELN tiene menor capacidad de fuego que la que tuvieron las disueltas FARC, pero su base social es más amplia y diversa, según investigadores.

Petro impulsó desde la campaña las negociaciones de paz, no solo con el ELN, sino con otros grupos armados en busca de acuerdos similares a los que desarmaron a las FARC en 2016 y las convirtieron en partido.


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