La última vez que el Boeing 757-256 (ARG-01) trasladó a una comitiva oficial fue el 13 de octubre de 2023, cuando el entonces presidente Alberto Fernández utilizó el ARG-01 para viajar a China, un periplo que costó solo de combustible y cargos en el exterior más de 320 mil dólares.

Desde entonces la aeronave pasa sus días en Aeroparque sin uso alguno ante la decisión de Javier Milei de volar en aviones de línea para abaratar costos.

Ahora la flota presidencial, y entre estos el propio ARG-01 pasarán a la órbita del Ministerio de Defensa, y en particular será la Fuerza Aérea la que se encargue de su mantenimiento.

En este sentido, mantener y resguardar estos aviones no es nada barato. Tras su arribo al país en mayo de 2023, el Boeing 757 debió someterse a cuatro reparaciones que costaron casi U$S1 millón, según documentos oficiales a los que accedió TN tras formular un pedido de acceso a la información pública.

El nuevo avión presidencial llegó a la Argentina a fines de mayo. (Foto: Wikipedia)

El avión presidencial sin uso ya debió someterse a cuatro reparaciones que costaron casi U$S un millón

Además, según pudo saber TN de fuentes oficiales, para este año el avión tiene pendiente realizar una serie de inspecciones que costarán unos U$S3 millones, por lo que pese a su no utilización generará costos. Incluso se le podría sumar la reparación del sistema de Wifi, que presentaba una serie de fallas. Ese arreglo podría costar otro millón de dólares.

Como sea, las reparaciones a las que se sometió el Boeing fueron cuatro y costaron en total U$S 950.387.

Reparación de los reversores del motor derecho del avión:

Las tareas se llevaron adelante en agosto de 2023 luego de que en una inspección de la aeronave se constatara estas fallas.

Los reversores de la aeronave son unas compuertas que se utilizan para desacelerar el avión una vez que toca el suelo. invierten el flujo de aire que generan los motorores. Para realizar estas tareas se contrató a la empresa ARAS AERO INC, que realizó los trabajos en la Argentina y tuvieron un costo total de U$S497.840.

Dentro del Gobierno hubo opiniones distintas sobre qué se debía hacer con los reversores. Es que para algunos se debía cambiar a nuevo y no solo las partes. Finalmente, se inclinaron por la segunda.

El avión presidencial sin uso ya debió someterse a cuatro reparaciones que costaron casi U$S1 millón. Foto: TN.

Inspección de tanques de combustibles:

Los tanques de combustible auxiliares del avión requieren una inspección cada un determinado tiempo. En octubre de 2023 se vencia una de estas y debió hacerse un recorrido sobre el tanque.

El servicio fue realizado por la empresa Ble Wave Aeronáutica, en Salina, Kansas, Estados Unidos, y tuvo un costo de U$S170.500, a los que además se le deben sumar los 91.727 dólares que costó el traslado hacia ese país.

Una fuente aeronáutica le dijo a TN que el país pudo haberse ahorro el traslado del avión ya que la Dirección de Planificación y Mantenimiento dependiente de la Dirección General de Logística de la Secretaría General cuenta con talleres para realizar tareas de esta clase.

Recambio de toboganes/balsas de evacuación (Evac Slide / Raft Assy):

A su vez, se debieron cambiar los toboganes y las balsas de evacuación de la aeronave, las que implicaron un costo de US$105.047, que se pagaron a la firma Fire Eagle INC.

El avión que Alberto Fernández compró 5 meses antes de irse ya tuvo 4 reparaciones por un millón de dólares

Inspecciones varias:

También en estos últimos meses se cumplieron con lo que se denomina “tarjetas de servicio”, que son inspecciones programadas en el avión que sirve para conocer su estado. Para esto, la aeronave viajó a Kansas, Estados Unidos, en donde la empresa ARAS AERO INC realizó el servicio a cambio de US$ 177.000.

La flota presidencial de aeronaves se compone de tres aviones y tres helicópteros. De todos estos, uno es propiedad de la Fuerza Aérea y el resto del Estado nacional.

Desde la llegada de Javier Milei al poder, estas aeronaves casi no se utilizaron. Este martes, el ministro de Defensa confirmó que el Ministerio de Defensa quedará a cargo del mantenimiento y del uso de estos aviones y se descartó que sean vendidos.

A las autoridades de la Secretaría General que conduce Karina Milei no les cierran algunos números de estos aviones: el Gobierno mira con malos ojos su alto costo de mantenimiento, en medio de su intención de imprimir una imagen de austeridad en un delicado contexto económico.

Es por este motivo que el martes se decidió que estas unidades pasarán al Ministerio de Defensa, con el objetivo de “optimizar los recursos del Estado”. Una de las ideas que se barajó desde la llegada de Milei era la de vender las unidades.

En rigor, esta propuesta todavía no se descarta, pero mientras tanto el mantenimiento de las aeronaves correrá por cuenta de la Fuerza Aérea.


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