A través de una publicación de su cuenta de Instagram en la que se la ve con un arreglo de flores y globos que le mandó el presidente Alberto Fernández, agradeció el cariño de quienes la saludaron.

Fabiola Yáñez cumplió ayer 39 años y tendrá un festejo atípico. Es su primer cumpleaños como Primera Dama y por estar en plena pandemia, festejará por Zoom, redes sociales y con barbijo. Siempre ha sido activa en redes sociales y por las características de la pandemia se ha vuelto su medio de comunicación casi excluyente.

“Hoy en el día de mi cumpleaños quiero agradecerles a cada uno de ustedes por todo el amor, afecto y cariño...¡Gracias por tanta felicidad que me brindan!”, posteo en su cuenta de Instagram junto a una foto con un arreglo floral y globos, regalo de su pareja, el presidente Alberto Fernández.

A poco de estrenar un rol siempre expuesto y exigente, el país sufre una pandemia que cambia hábitos, recorta espacios, reinventa otros. Hoy esta virtualidad marcada por zooms y redes, se desarrolla a la espera de la otra etapa que modificará, sin duda, a todas y a todos: la post pandemia que le demandará nuevas responsabilidades.

Yáñez es rionegrina, nacida en Villa Regina, vivió en Rosario y en Misiones y estudió periodismo en la Universidad de Palermo.

Sus días transcurren entre las exigencias de un protocolo menguado por la cuarentana, y las urgencias que impone un tiempo difícil e inédito, compartiendo encuentros e inquietudes vía Zoom, con docentes de diferentes provincias, para abordar problemáticas acerca de la escuela pública y su función como lugar de contención, de abrigo y de alimento de miles de familias, o teleconferencias con la Alianza de Primeras Damas (ALMA) para promover el desarrollo de jóvenes en una región tan desigual como es América Latina e incluso encuentros con autoridades de la FAO para impulsar un proyecto destinado a mujeres rurales o con Unicef tratando de coordinar acciones para mitigar los efectos del coronavirus sobre la pobreza infantil.

Atrás quedaron los primeros meses en los cuales el Covid-19 no era más que una noticia que llegaba desde Asia. Entonces pudo visitar al Papa Francisco para acompañarlo en la inauguración de una nueva sede de la Fundación Scholas Occurrentes en el Vaticano y compartió un paseo por las playas de Chapadmalal con niños y niñas de comunidades rurales de Salta y San Juan que por primera vez veían el mar.

“A la semana de la nominación de Alberto era impresionante cómo se le acercaba la gente para plantearle sus demandas y para apoyarlo (a Alberto Fernández). Y ahí entendí que esa era nuestra nueva realidad. En esa nueva realidad pensé que era necesario que lo ayudara. Y sentí, que el mejor modo de hacerlo era trabajando en favor de quienes en este momento están pasando mucha necesidad. Sobre todo por los niños”, contó poco antes de la asunción presidencial.

Desde el 10 de diciembre Fabiola Yáñez, trabaja a favor de esta nueva realidad, con bajo perfil y compromiso, a pesar de las limitaciones que impone la realidad de la pandemia. Poco se sabe, pero se preocupa personalmente de ayudar a mejorar la vida de la gente. El trabajo que le resta es enorme.

Fuente: Télam


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