Olaf Scholz no quiere seguir los pasos de su gran aliado Emmanuel Macron. Tras la debacle electoral de la coalición gubernamental en las elecciones europeas del domingo, el canciller alemán resiste el embate de la ultraderecha para obligarlo a seguir los pasos del presidente francés y convocar a elecciones anticipadas.

“En ningún momento, ni por un segundo, se planteó la idea de que en Alemania se pudieran convocar ahora nuevas elecciones”, dijo el portavoz oficial, Steffen Hebestreit.

Los comicios europeos dejaron un tendal de heridos y un selecto grupo de vencedores. Scholz y Macron están en el primer grupo. La premier italiana, Giorgia Meloni; el joven referente de la ultraderecha francesa, Jordan Bardella, y en menor medida la creciente Alternativa para Alemania (AfD), tildada de neonazi por sus detractores, conforman la facción de ganadores.

Pero Scholz se aferra al poder, más allá de la estrepitosa caída que sufrió su partido socialdemócrata SPD el domingo, detrás de los conservadores de la CDU y la emergente AfD.

“El sistema político de Alemania es diferente al de Francia. Sería un suicidio para Scholz aceptar elecciones anticipadas en las próximas semanas”, dijo a TN el analista y economista estadounidense residente en Berlín Raymond Colit, excorresponsal de The Financial Times en Ecuador, Venezuela y Brasil.


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