El senador nacional chaqueño, Eduardo Aguilar, habló sobre la aprobación en el Senado de la ley antitarifazo que busca retrotraer el costo de los servicios a noviembre de 2017, luego de 12 horas de debate. Para él, “el objetivo está cumplido” y es que la idea fue “dar un mensaje político claro con esto”, en relación “al hartazgo social” que hay con respecto a la economía.

“Yo creo que no me sorprendería que de acá a fin de año, el Gobierno se cuide en el aumento de las tarifas. La gente está llegando a un límite de tolerancia. Aparte le sube el agua y la luz y no sabe lo qué va a pasar con el dólar y sabe que le viene una nueva ronda de precios”, dijo en contacto con La Radio.

Para él, esto “ya ha llegado a un límite”. “Esta es la percepción que uno tiene en la calle” y cree que “es momento de rectificar rumbos económicos”.

Aguilar habló de la poca voluntad del oficialismo para revertir la cuestión, o incluso proponer una alternativa a la problemática, teniendo en cuenta que hace tres semanas el proyecto antitarifas se encontraba en el Congreso.

“Hay un fracaso enorme en la política en tender temas de largo plazo y discutirlos” dijo, ya que falta rediscutir las tarifas con un esquema federal y diferenciado. “Las zonas centrales del país deben asumir los costos de sus empresas de distribución. Y esto va más allá de esta ley. Hace falta sentar a los empresarios, a los sindicatos y a los partidos políticos, porque todo está evidenciando un fracaso notable”, consideró.

Lamentablemente “no estamos cerca de eso”, algo que quedó evidenciado con la estrategia de Macri de querer involucrar a la ex presidenta Cristina Fernández,  en un claro “mensaje de confrontación y una polarización”.

En términos generales, “la cultura del acuerdo no está en la política Argentina”.

“Yo integro un bloque que ha tenido reiteradamente la voluntad de generar acuerdos y acompañar algunas leyes que al gobierno le han parecido adecuadas, aunque yo, personalmente no las acompañé, pero estuvo este intento y lamentablemente el Gobierno se ha cerrado”, en insistió en que el Ejecutivo haría muy mal en convocar mesas de diálogo para debatir el ajuste. “Lo que hay que discutir en la Argentina, es un problema productivo. No podemos conseguir los dólares que necesitamos para poder vivir”.

En este aspecto, habló sobre desarrollar políticas para las provincias y con un cambio en la visión ya que “no vemos las cosas desde el punto de vista que produce”.

En efecto, para él, “la Argentina necesita encontrar un esquema productivo y de desarrollo. Este sería el marco del gran acuerdo del dialogo del gobierno. Pero depende de cómo usted lo mire”. Consideró que no puede haber un solo tipo de cambio y este es parte central del tipo de desarrollo que se puede tener. “El dólar es muy bajo para veranear a Miami o para pasear por Europa, pero es muy caro para comprar un torno de Alemania para producir. Esto es un liberalismo extremo. Yo voté en contra del presupuesto 2018 diciendo este tipo de cosas, haciendo este tipo de advertencias y por eso no vengo acompañando las políticas económicas de este gobierno” sentenció.


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