La edición número 74 de Miss Universo, que se llevó a cabo en Tailandia, ya tiene reina. Fátima Bosch, la representante de México, se consagró como la ganadora tras ser elegida entre 120 concursantes. En las redes sociales se vivió un debate en paralelo, centrado en los escándalos que enmarcaron la coronación del máximo certamen de belleza.
El momento icónico de traspaso de la codiciada corona hizo oficial el triunfo de la joven mexicana de 25 años en escenario del Impact Arena de Pak Kret de Bangkok.
Victoria Kjær Theilvig, la representante de Dinamarca y Miss Universo de la edición anterior, le cedió el título a la nueva reina. A partir de ese instante Fátima Bosch asumió la responsabilidad, los compromisos y el simbolismo que implica llevar esa banda.
"Me dijo tonta": la escandalosa pelea de Fátima Bosch y Nawat Itsaragrisil
La modelo y diseñadora de 25 años es oriunda de Villahermosa, capital del estado de Tabasco, en el sureste de México. Cuando se presentó al mundo como Miss México habló de su infancia, sus valores y los desafíos que enfrentó.
Reveló que fue diagnosticada con dislexia y trastorno por déficit de atención e hiperactividad, y que la moda fue su refugio. Estudió moda y diseño a en la Ciudad de México y luego se formó en Milán, Italia.
Su debut fue muy comentado y su nombre se hizo tendencia a principios de noviembre, cuando afirmó haber sido objeto de una reprimenda pública por parte del empresario tailandés Nawat Itsaragrisil, quien había sido designado anfitrión del certamen.
Ese tenso incidente había quedado registrado en una transmisión en vivo, donde Fátima aseguró que Nawat le dijo "tonta" y la descalificó verbalmente delante de todos.
La concursante que ahora es reina recibió el apoyo de varias compañeras, e incluso de Theilvig, la modelo danesa que ostentaba el título de Miss Universo hasta ese momento.
"Fue una falta de respeto, el mundo también tiene que ver esto porque tiene que ver con los derechos de las mujeres”, remarcó Theilvig en declaraciones a la prensa en defensa de Bosch.
El escándalo tomó gran dimensión y escaló hasta la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien se pronunció calificó a Bosch como un "ejemplo de cómo las mujeres debemos alzar la voz".
Finalmente Nawat aseguró entre lágrimas que había sido malinterpretado y ofreció disculpas públicas. Pero aquel enfrentamiento no quedó atrás, y fue crucial en la última pregunta que le hicieron a Miss México antes de ser coronada.
En una de las últimas rondas de preguntas, la integrante del jurado Nok Chalida le consultó cómo usaría el título de Miss Universo 2025 en caso de ganar, para crear espacios más seguros y empoderados para las mujeres.
"Como mujer y Miss Universo, quiero usar mi voz y mi plataforma para ayudar a las demás. Estamos aquí para impulsar cambios. Somos mujeres que debemos levantarnos. Y las mujeres que logramos levantarnos con valentía somos las que hacemos historia", contestó Miss México.
"Crean en el poder de su autenticidad, crean en sí mismas; sus sueños son importantes, su corazón importa. Jamás permitan que nadie les haga dudar de su trabajo, porque se lo merecen todo, son poderosas y su voz tiene que ser escuchada", remarcó, con una clara referencia a su pelea con el organizador tailandés.
El vestido de la "diosa del amor" y el homenaje a México en medio de la renuncia del juez Omar Harfouch
El drama continuó en el tramo final del certamen, cuando el martes Omar Harfouch, uno de los ocho jueces, renunció de manera inesperada y alegó un motivo escandaloso.
Dijo que se había organizado una "votación secreta" para preseleccionar a 30 concursantes de entre los 136 dos días antes de la final. "No podía presentarme ante el público y las cámaras de televisión fingiendo legitimar una votación en la que nunca participé. Algunos de los países eliminados a través de este proceso podrían estar en guerra, ser discriminados o ser geopolíticamente sensibles", expresó en su cuenta de Instagram.
Ese mismo día, el futbolista francés Claude Makelele anunció que él también había tomado la "difícil decisión" de renunciar como juez por "razones personales imprevistas".
La organización respondió con un comunicado donde aseguró que Harfouch había compartido "varias inexactitudes por una confusión" en torno al impacto social del certamen.
"La Organización Miss Universo aclara firmemente que no se ha creado ningún jurado improvisado, que ningún grupo externo ha sido autorizado para evaluar a las candidatas o seleccionar a las finalistas", sentenciaron, donde desmintieron las acusaciones de manipulación de votos.
Mientras tanto, llegó la noche de la final de la edición número 74, bajo el lema "The Power of Love" (El poder del amor). Los dos atuendos de gala de la actual ganadora fueron acordes y a tono con el tema, al mismo tiempo que hacían referencia a sus raíces.
"Tuve el honor de llevar al mundo un pedazo del alma de México. Este traje, inspirado en Xochiquétzal, la diosa del amor, las flores y la creación, cuenta la historia de nuestra luz, nuestra fuerza y nuestras raíces eternas", describió Fátima en una publicación de Instagram.
Luego deslumbró con vestido dorado de corte cuello de tortuga. "Este vestido nace del verdadero oro de México, el maíz, la esencia viva de nuestra tierra. No es solo una prenda, es un homenaje a la raíz que nos alimenta, nos une y nos sostiene. Una pieza creada para que el mundo vea, en su brillo, la grandeza de una nación que nunca deja de florecer", destacó la joven.
Luego del triunfo publicó un mensaje en sus redes sociales para agradecer todo el acompañamiento que recibió a lo largo del proceso. Sin mencionar ninguno de los escándalos, resumió: "Hoy confirmé de nuevo que lo que Dios tiene destinado para ti, ni la envidia lo para, ni el destino lo aborta, ni la suerte lo cambia".







