La Policía Federal desarticuló una organización narcocriminal dedicada al transporte y distribución de estupefacientes entre las ciudades de Resistencia y Río Gallegos. La operación, que formó parte de un operativo conjunto, se originó en el marco de un control de encomiendas. Como resultado, se logró detener a cinco personas involucradas en el fraccionamiento y comercialización de drogas.
La investigación comenzó en Río Gallegos. Como resultado del trabajo de la División Unidad Operativa Federal de la ciudad y el apoyo del can antinarcóticos "Tea", se detectó un paquete sospechoso en una empresa de encomiendas. El mismo provenía de Resistencia y contenía 21,299 kilogramos de marihuana picada. El destinatario que intentó retirar la encomienda fue detenido en el acto.
Tras lo ocurrido, el Juzgado Federal de Garantías de Río Gallegos, a cargo de Claudio Marcelo Vázquez, amplió la investigación, solicitando la colaboración de la División Unidad Operativa Federal Resistencia. Esto permitió realizar seguimientos, tareas de inteligencia y relevamiento de cámaras de seguridad, lo que culminó en el allanamiento de cuatro domicilios en Resistencia.
En los operativos realizados en Chaco, se detuvieron a cuatro personas más, y el secuestro de una considerable cantidad de envoltorios con cocaína, una balanza de precisión, varios teléfonos celulares, dos motovehículos, dinero en efectivo y otros elementos clave para la causa.
Tres de ellos se encuentran bajo prisión domiciliaria, mientras que uno fue liberado. El detenido en Río Gallegos también permanece bajo arresto domiciliario.