Javier Milei volvió a la Argentina después de casi una semana en Estados Unidos. Durante su viaje, no solo logró revertir la visión que tenía el sector financiero sobre su gestión, sino que también obtuvo un nuevo desafío: recomponer la relación con los gobernadores para revertir el escenario adverso en el Congreso y gobernar sin sobresaltos.
El anuncio de la administración de Donald Trump que, entre otras cosas, confirmó que negocian un swap de US$20.000 millones, le dio oxígeno al Presidente hasta -por lo menos- el 26 de octubre.
Desde que se dio a conocer la noticia, el dólar y el riesgo país bajaron. Eso generó expectativas en la Casa Rosada, donde varios funcionarios se mostraron eufóricos por los elogios que recibió el mandatario por parte de Scott Bessent, el titular del Tesoro de los Estados Unidos.
“Lo que pasó ayuda a estabilizar los mercados, eso hace que la confianza se recupere”, dijo un integrante del Ejecutivo, ni bien se dio a conocer el apoyo norteamericano. Otra fuente, con acceso al despacho presidencial, sostuvo que las últimas actividades de Javier Milei lograron “un motivo más para confiar en la gestión”. Y agregó: “En las elecciones nacionales se puede ganar”.
El aire triunfalista que se vivió en Balcarce 50 calmó las preocupaciones que vivieron los libertarios en las últimas semanas. “Veníamos de un lapso donde nos entraban todas las balas juntas”, graficó un libertario, en referencia a los reveses en el Congreso y al fracaso de La Libertad Avanza en las elecciones de Buenos Aires.
Pero la asistencia financiera que prometió Estados Unidos vino de la mano de un pedido político: que Milei logre mantener la estabilidad política y el control en el Congreso.
En el último tiempo, la campaña y los cierres electorales generaron cortocircuitos entre LLA y sus aliados. Sobre todo con los gobernadores, que miraron con desconfianza la decisión del oficialismo de presentarse en varias provincias con sello propio y 100% violeta.
Esa situación tuvo una consecuencia directa en el Congreso: el Ejecutivo dejó de tener los votos necesarios para defender los vetos de Milei que, por ejemplo, emitió contra la Ley de Emergencia en Discapacidad y Emergencia en el Garrahan.
Ahora, el desafío de la cúpula presidencial será retomar los contactos con los dialoguistas y lograr llegar a las elecciones nacionales sin tropiezos.
No obstante, en el Gobierno saben que será una tarea difícil: “Ya están las alianzas armadas. Un grupo de gobernadores se unieron para formar el frente Provincias Unidas. Ya está todo sobre la mesa, es complicado”.
Asimismo, hay ciertos gobernadores que aseguraron a este medio mantener un buen diálogo con el oficialismo. “No hay que comerse los amagues de la dialéctica de la época electoral, el diálogo con Nación nunca se perdió. Pero la campaña es la campaña”, graficaron cerca de uno de los mandatarios que mejor relación tuvo con La Libertad Avanza, pero que se alejó en los últimos meses.
En este contexto, uno de los primeros acercamientos que tendrá la Casa Rosada con otros sectores se dará el próximo lunes, en la reunión del Consejo de Mayo. Allí, Guillermo Francos se encontrará con representantes del Congreso, de los gobernadores, de los sindicatos y de las empresas.
Fuente: TN