través de un posteo en Truth Social, el presidente de Estados Unidos aseveró: “Se produjeron daños monumentales en todas las instalaciones nucleares de Irán, como muestran las imágenes satelitales.
¡Destrucción es un término preciso! La estructura blanca que se muestra está profundamente incrustada en la roca, con incluso su techo muy por debajo del nivel del suelo y completamente protegida de las llamas. Los mayores daños se produjeron muy por debajo del nivel del suelo. ¡En el blanco!“.
Israel lanzó este lunes una nueva serie de ataques aéreos contra Irán, que a su vez amenazó a Estados Unidos con “graves consecuencias” tras los bombardeos contra sus instalaciones nucleares y advirtió de una posible “extensión de la guerra” en Oriente Medio.
El conflicto entre Israel e Irán, desencadenado el 13 de junio por un ataque israelí sin precedentes contra su gran rival regional, entró este lunes en su undécimo día.vEstados Unidos ingresó en el conflicto el domingo tras bombardear las instalaciones nucleares de Isfahán y Natanz así como la planta subterránea de enriquecimiento de uranio de Fordo.
El Pentágono afirmó haber “devastado el programa nuclear iraní” pero el director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, declaró que de momento no es posible evaluar el alcance de los daños.
En las últimas horas, el conflicto entre Israel e Irán se intensificó con la incursión de Estados Unidos y la propuesta del Parlamento iraní de bloquear el estrecho de Ormuz, por donde pasa cerca del 20% del comercio mundial de petróleo.
Y si bien, en principio, esto último implicaría una suba del precio que beneficiaría a las exportaciones argentinas, analistas consultados señalaron que los efectos para el país serían mayormente negativos: la incertidumbre castigaría a los activos argentinos, se demoraría la baja del riesgo país y la inflación podría interrumpir su desaceleración.
El cierre del estrecho de Ormuz, un paso fundamental para el tránsito de barcos petroleros, sería “extremadamente peligroso”, advirtió este lunes la jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Kaja Kallas.
El mundo y el país no dan respiro. Cada vez menos. Para un Gobierno que se propone consolidar la estabilidad macroeconómica, pero, al mismo tiempo, se siente cómodo alterando casi todas las demás variables, los dos frentes que se le acaban de abrir pueden resultar un complicado desafío extra. Aunque sea de forma indirecta y directa, y resulten de naturaleza y dimensión muy diferentes.
En primer lugar, el definitivo involucramiento de los Estados Unidos en la guerra entre Irán e Israel, con el bombardeo a sitios estratégicos del programa nuclear del régimen de los ayatollah, incorpora un factor demasiado inquietante para el mundo y la Argentina no está margen, a pesar de la lejanía física del país con la zona de conflicto.
Durante décadas, Estados Unidos e Irán han evitado cuidadosamente cruzar la peligrosa línea roja que llevaría a una confrontación militar directa.
Uno tras otro, los presidentes estadounidenses se han abstenido de desplegar su poderío militar contra la república islámica por temor a sumir a Estados Unidos en la que podría ser la guerra más peligrosa de todas en Oriente Medio.
Ebrahim Zolfaghari, portavoz de las fuerzas armadas iraníes, advirtió que la consecuencia del ataque estadounidense será la ampliación del alcance de los objetivos militares de Irán.
“Los combatientes del islam les infligirán consecuencias serias e impredecibles con operaciones (militares) poderosas”, señaló en la televisión estatal del país persa.
Fuente: La Nación