La Filial Itá de la Cruzada Mundial de la Amistad confirió a Vidal Mario la distinción de “Personalidad destacada de la ciudad de Itá/Edición 2024”. En la oportunidad el reconocido historiador, èriodista y escritor expresó: “El único lugar del mundo donde no me siento extranjero, es Itá”.
Durante un acto realizado en el local de la Asociación de Músicos Iteños en el marco del Día del Amigo (que en Paraguay se celebra el 30 de julio), la Filial Itá de la Cruzada Mundial de la Amistad confirió a Vidal Mario la distinción de “Personalidad destacada de la ciudad de Itá/Edición 2024”.
Igual reconocimiento, recibieron, el general del Ejército paraguayo Nilson Gaona y el director del periódico El Observador y de Radio San Blas, de Itá, Nicolás Gómez García, entre otros ciudadanos iteños.
En agradecimiento de dicha distinción, Mario recordó otros reconocimientos que en el pasado se le tributó en su pueblo natal, y destacó. “El único lugar del mundo donde no me siento extranjero, es Itá”.
La magia de la amistad
Las palabras del escritor, que a continuación se reproducen, resaltaron “la magia de la amistad” y el valor e importancia de la verdadera amistad entre los hombres:
“Muy agradecido, amigos de la filial Itá de la Cruzada Mundial de la Amistad por este acto de afecto hacia mi persona, acto que indudablemente está inspirado en la magia de la amistad.
Gabriel García Márquez, autor de Cien años de soledad, dijo: “El único momento de la vida en que me siento que soy yo mismo, es cuando estoy con mis amigos”.
Así me siento yo. Por el sólo hecho de estar compartiendo este almuerzo de la amistad con ustedes, me siento yo mismo.
No es la primera vez que se me tributa un reconocimiento en mi pueblo. Ya ha ocurrido otras veces.
El significado que tiene este acto en particular para mí es que ratifica una íntima convicción que siempre sentí: el único lugar del mundo donde no me siento extranjero, es Itá.
En los 58 años que llevo fuera de mi pueblo, muchas veces he venido en tren de visita, y todas las veces que lo he hecho siempre se me ha tratado como un hijo más, como un iteño más.
Aplaudo esta iniciativa de recibirme en vísperas en que en Paraguay se celebra el Día de la Amistad.
Una palabra que merece, en un encuentro como este, se le dedique algunas reflexiones.
Amistad es ese afecto personal puro y desinteresado que se comparte con otra persona.
Tener un amigo fiel es como tener oro puro, es tener una gran riqueza al alcance de las manos.
Una vez le preguntaron a la poetisa norteamericana Emily Dickinson cuál era o en qué consistía su mayor riqueza, y ella respondió: “Toda mi riqueza son mis amigos”.
La verdadera amistad va más allá del tiempo, la distancia, e incluso del silencio.
Por eso es que siempre estamos recordando los años maravillosos del colegio, donde comenzamos a cosechar nuestros primeros amigos.
Muchos de ellos ya se fueron, ya nos dejaron, y al recordarlos, no podemos evitar que una lágrima corra por nuestras mejillas.
Es porque esos amigos del pasado en realidad nunca se fueron. Siguen prendidos en nuestros corazones.
Como cada uno es como es, un buen amigo deja que su amigo sea él mismo, no como él quisiera que sea.
La amistad está más allá de las diferencias de opiniones. Así que el verdadero amigo le dice al amigo: “Pensarás como pienses y serás lo que seas, pero, para mí, siempre serás mi amigo”.
Tal vez pocas fechas sean tan propicias como el Día del Amigo para tener presente que la verdadera amistad se sustenta en la solidaridad, generosidad, gratitud, sentimientos de plena identificación con otra persona, y recibir, pero también ofrecer.
Un verdadero amigo le dice al otro, sin pensarlo dos veces: “Hoy por mí, mañana por ti”.
En fin, gracias, amigos, por esta honrosa distinción que me hace sentir que verdaderamente soy “sangre de Itá”, como una vez me definió una poetisa cordobesa aborigen llamada Paxi Quillán”.