Freddy Sánchez, es muy reconocido en la provincia, por su capacidad humorística y por ser uno de los referentes del Chaco en ese ámbito. De hecho que está cumpliendo 25 años con el humor y lleva mucha alegría a los ciudadanos. Pero también él es excombatiente de Malvinas, que es una veta de su vida que no quiere dejar de lado y teme que la importancia de las islas argentinas quede en el olvido por una cuestión educativa y cultura. Junto con otros ex soldados, decidió brindar información en las escuelas para tener una visión mucho más amplia, no solamente del conflicto bélico, sino también de toda su historia que tiene más de 600 años.

Sánchez perteneció al Regimiento 5 de Infantería con asiento en Paso de los Libres y fue destinado a Puerto Argentino y Puerto Howard. Freddy visitó la redacción junto con dos amigos. Genaro Bordón, quien prestó servicios en el Regimiento de Infantería Nº 12 General Arenales, Mercedes, (Corrientes) y quien recibió una condecoración por el combate que libró junto a su batallón en Pradera del Ganso. Y Héctor Valdemar Fernández, “Flicho” como lo conocen, quien combatió dentro del batallón de Infantería Marina Nº5 con asiento en Río Grande, perteneció a la compañía Nácar y fue destinado al Monte Tumbledown en Malvinas.

Los tres, junto con otros excombatientes, están a punto de recorrer la provincia para llevar a la gente el conocimiento de qué es lo que realmente pasó en Malvinas, para que la sociedad no se quede con la idea de que las islas son las “hermanitas perdidas”.

Sánchez, por ejemplo, se encarga de hablar sobre el contexto económico y social de 1982, Valdemar soberanía qué es Soberanía y Genaro sobre la situación vivida y pone a consideración de la gente, un pequeño museo con ropas y elementos de combate que se usaron en la guerra.

“Nos interesó construir el tema sobre un centro soberano. Tomamos la historia de Malvinas como una pretensión de todos los imperios, como una cuestión estratégica. Queremos trabajar de una manera completamente diferente y no la del niño de la guerra, del frió, con hambre, sino una construcción cultural. Construimos una mirada distinta. Nos presentamos en un colegio, le damos material, le decimos: docente prepará tus alumnos, prepárate, damos la charla y en un futuro volveremos y vamos a intercambiar ideas” dijo Valdemar acerca del método que utilizan.

De hecho, destacó que hay un material que desde el año 2003 está en vigencia para las primarias y secundarias con todo el material para trabajarlo. “Esto tiene una construcción, nosotros queremos volver a rescatar y seguir construyendo. Yo creo que hay una potencialización que se viene haciendo”, continuó.

En este marco, el viernes 8 de junio, estarán en la Universidad Popular, (Mitre y Santa Fe) de Resistencia, a las 18 horas, en una conferencia para los alumnos donde compartirán experiencias y brindarán su charla.

En la izquierda, (Freddy Sánchez, en el día de la rendición).

Freddy dijo que intentan cambiar la poca información que se tiene sobre las Islas. “Uno se va al libro de historia de la escuela secundaria y se encuentra con que está relacionada solamente con la caída del gobierno militar y 25 renglones: eso queremos cambiar. Malvinas tiene 600 años de historia y nosotros tuvimos la suerte de estar en un contexto de 74 días de esa historia” sentenció.

En tanto que Genaro destacó el valor de sus colegas para acercarse y brindar las charlas a los alumnos. “Hoy ellos, después de 36 años, pueden contar su historia, porque fueron tan cerrados y fue tan traumático el tema de Malvinas que hoy nos podemos dar el lujo de juntarnos con nuestros camaradas para dar las charlas y ellos se suman a esto” señaló.

Combate, resistencia y reconocimiento

Genaro habla y se ríe, aunque cuenta la historia de un combate atroz en el que fallecieron muchos soldados argentinos. Sin embargo, hay algo que quiere destacar y es la valentía de sus camaradas de la clase 63, que con dos semanas de instrucción en la unidad, fueron a combatir siendo zapateros, carpinteros y talabarteros. “Si yo me siento más orgulloso de contar la historia de Pradera del Ganso, que fue una masacre, es por mis soldados. Tuve la bendición de Dios que ellos me dan la máxima condecoración a mí”.

Fue el 27 de mayo del 82. “Nosotros salimos de Puerto Argentino, una sección de la compañía de comandos y servicios”. Eran cuatro cabos nuevos, (dos de 17 años y dos cabos de clase 62, (Miño y el mismo Genaro), más dos sargentos primero, (Estigarribia y Jumilla): uno talabartero y el otro sastre.

“Fuimos a cubrir las posiciones de la compañía de infantería A, que fue como punta de lanza a Bahía San Carlos. Tuvimos la suerte que las posiciones que fuimos a tomar ya estaban tomadas. El 28 desembarcan los ingleses con los bombardeos de la fragata. Toda la noche. Tuvimos la suerte, porque tuvimos orden de replegarnos a Darwin, porque en cada posición nuestra había un fall y una pistola y no había armamento pesado”, cuenta. sin embargo, al verse rodeados por el enemigo, no pudieron retirarse y quedaron a resistir.

“Cuando se repliegan los restos de la compañía, vienen dos ametralladores, más fusiles y más soldados. Cuando fui a tomar esas posiciones, conseguí dos cajones de municiones y dos cañones de MAC. Armamos la defensa, no tuvimos la orden de replegarnos, porque ya el enemigo estaba en frente. Yo di la orden a mi sección de prepararse porque estábamos en manos de Dios” relata acerca de lo que fue luego un combate cuerpo a cuerpo. “Habíamos reforzados las posiciones de defensa. Fueron 36 horas de combate”.

Sin embargo, en el momento de mayor tensión, notaron que los ingleses no avanzaban más y fue porque había caído muerto el jefe de los Paracaidístas.

No obstante, a su vez, el ejército inglés ya había desembarcado su armamento pesado y “sacaban a nuestros soldados con bengalas incendiarias”. Genaro recibió un disparo en uno de sus costados pero con tanta suerte que la bala dio en una granada que llevaba. “El soldado Ireneo Mendoza cae, y él tenía PDF, (es una suerte de bala para disparar con fusil) y yo se lo saco y comienzo a tirarla con la mano al enemigo”, una reacción que tuvo por la adrenalina del momento y que también forma parte de la valentía con la que enfrentó al enemigo.

La vida después de Malvinas

Genaro es fundador y creador de un servicio de salud que se llama Héroes de Malvinas que funciona en el hospital Perrando. Cuenta con tres profesionales atendiendo la problemática de los excombatientes. “Creo que es el único servicio en la Argentina: tenemos falencias pero hacemos lo que podemos”, dijo.

Por su parte,  Valdemar logró recibirse de médico ginecólogo: “Cuando retorno a Machagai ya sabía lo que quería hacer, lo que no tenía claro era cómo ni con qué” se sincera.

“Agarré mi mochila, me vine a Corrientes sin saber a dónde iba a parar y me recibí Muy rápido. Terminé mi especialidad y me dediqué a trabajar. Y hoy tenemos cierto tiempo para leer, escribir y sobre todo tratar de enseñar y aprender entre todos. Seguimos remando”, afirma.


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