Se trata de una de las aves favoritas de los comerciantes de aves. Menudas, coloridas, las cotorras argentinas (Myiopsitta monachus) han sido importadas ampliamente en Europa y América del Norte, y allí en especial en México.

En el país azteca, la prohibición de vender especies autóctonas de periquitos en tiendas de mascotas impulsó la importación de cientos de miles de cotorras argentinas. A ello se suma que las epidemias de gripe aviar en Asia en 2004 y 2007 condujeron a prohibir también de la adquisición de especies de aves de esos países.

La cotorra argentina se convirtió en la reina del comercio, hasta el punto de que más de medio millón de cotorras entraron en México entre el año 2000 y el 2015. El 90 % fueron importadas a partir del año 2008 y la mayoría -98%- proviene de Uruguay, no de Argentina.

Pero el año pasado, la cotorrita esmeralda fue declarada especie invasora y non grata en el país. ¿El motivo? En parte los grandes nidos que construyen, afectando la infraestructura urbana.


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