El Estado Islámico lanzó este lunes 29 de abril un video de un hombre al que el grupo militante identificó como su jefe, Abu Bakr al-Baghdadi, en la que sería su primera aparición en cinco años, un mes después de que los militantes fueran expulsados de su último bastión en Siria.

En el video de 18 minutos, el hombre parecido a Baghdadi se ve sentado en el suelo entre otros, cuyas caras se ven borrosas, mientras habla sobre la guerra contra los "cruzados" y la reciente batalla de Baghouz en Siria, asegura en una serie de tuits Rita Katz, directora del grupo de inteligencia SITE, que monitorea las redes sociales yihadistas.

El líder del Estado Islámico no ha sido visto desde su infame aparición en un video desde la Gran Mezquita en Mosul, Iraq, donde anunció la creación del llamado califato del Estado Islámico, el cual mantuvo franjas de tierra en Iraq y Siria. Varios informes habían surgido en los últimos años de que Baghdadi había sido herido o muerto, puesto que su paradero seguía siendo desconocido.

Baghdadi elogió a los atacantes de Sri Lanka y llamó a los bombardeos una venganza por Baghouz, el último territorio del grupo, de acuerdo con SITE. Más de 200 personas, incluidos hasta 30 extranjeros, murieron en una serie de explosiones coordinadas el domingo de Pascua en iglesias y hoteles de lujo en todo Sri Lanka.

Fuerzas kurdas respaldadas por Estados Unidos dijeron el mes pasado que habían erradicado completamente al Estado Islámico de su último territorio controlado sobre el río Éufrates.

En diciembre, el presidente Donald Trump anunció que el Estado Islámico había sido derrotado y que traería a las tropas estadounidenses a casa desde Siria, una decisión que motivó la renuncia del secretario de Defensa, Jim Mattis. Luego, el presidente reconoció que el Estado Islámico seguía siendo una amenaza, y su administración informó que unas 400 tropas permanecerían.

El potencial del grupo para inspirar ataques terroristas aun sin mantener el territorio se ha puesto de manifiesto en los ataques recientes, como el de Sri Lanka –del que se culpa a un grupo yihadista local y es reclamado por el Estado Islámico– y un asalto armado reclamado por el grupo en la República Democrática del Congo a principios de este mes.


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