Úlcera, trombosis y hasta pensamientos suicidas son algunas de las consecuencias del mal uso de los corticoides, un tipo de hormona que se usa con frecuencia para tratar enfermedades respiratorias y alergias, afirmaron hoy especialistas.

"Los corticoides normalmente son producidos por dos glándulas, las suprarrenales. Tienen una gran variedad de funciones fisiológicas, como regular la inflamación y el sistema inmune, intervenir en el metabolismo de los hidratos de carbono, las proteínas y también en la respuesta al estrés", explicó a Télam Mónica De Gennaro, especialista en alergia.

De Gennaro, también subdirectora médica de la Fundación Centro de Investigación de Enfermedades Alérgicas y Respiratorias (Cidea), agregó que la industria farmacéutica "ha sido capaz de crearlos de manera artificial como medicamentos en forma de inyecciones, pastillas, cremas e inhaladores".

La especialista advirtió que los corticoides pueden ser peligrosos si no se eligen con cuidado, porque no todos son iguales en cuanto a su potencia.

"Algunos de los daños que genera su mal uso son problemas cardiovasculares, como hipertensión y trombosis; oculares, como glaucoma y catarata, o endócrinos, como insuficiencia suprarrenal, síndrome de Cushing, aumento de peso y diabetes mellitus", detalló De Gennaro.


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