Un innovador dispositivo que facilita la cicatrización de heridas quirúrgicas y reduce los riesgos de infección después de una cirugía fue creado por dos médicos y un diseñador industrial argentinos, informó la Secretaría de Gobierno de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.

Se trata de “Inclode”, un parche autoadhesivo con un mecanismo de sellado propio que busca reemplazar al método artesanal de la sutura, que depende en gran medida de la habilidad de quien la realiza.

“Lo que buscamos es que haya menos infecciones en el sitio de las cirugías, menos dolor durante las recuperaciones y mejores resultados estéticos, como consecuencia de cicatrices mucho más chicas con respecto a las de una sutura tradicional”, explicó el médico Diego Fridman, quien desarrolló la idea junto a su colega Pablo Luchetti y el diseñador industrial Luciano Poggi.

El especialista detalló que el producto debe utilizarse “antes de la cirugía” y “no después de un traumatismo”.

“Si vos te cortás al caerte en la calle, no se puede pegar arriba y cerrar. Es para una cirugía cuando la piel está todavía sana, uno coloca la lámina y esto serviría, por ejemplo, para operaciones de hernias o cesáreas”, precisó, y adelantó que están diseñando “un prototipo para laparoscopías, otra necesidad que plantearon los cirujanos”.

Consultados sobre cómo utilizar el parche, los creadores explicaron que “a la hora de realizar una incisión, el cirujano previamente ubicaría la lámina del aparato en el sitio a operar”.

“Posteriormente -continuaron-, en vez de utilizar una sutura o grapas, dos métodos invasivos para reunir la epidermis, el médico simplemente deberá correr una cremallera como quien sella una bolsa al vacío, enfrentando los bordes de la herida sin lastimar la piel hasta lograr la cicatrización”. “Finalmente, se retira el conjunto como cualquier otro apósito”, completaron.

Se espera que Inclode llegue al mercado a finales de 2019, una vez superadas las instancias de evaluación que estipula la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).

“La invención está patentada en nuestro país y los Estados Unidos, donde también aguarda su aprobación sanitaria por la Administración de Alimentos y Medicamentos norteamericana (FDA, por sus siglas en inglés)”, agregó la cartera de Ciencia.


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