Por negarse a darle a los servicios de seguridad rusos ( FSB) las claves de cifrado para acceder a los mensajes de sus usuarios, Télegram fue multada por el tribunal moscovita de Meshchansky a pagar 800.000 rubros por no cumplir con la obligación que tiene de proporcionar esta clase de información.

La red social de mensajería afirmó a través de su fundador, Pavel Durov, que las demandas del servicio de seguridad son "técnicamente imposibles de ejecutar" y violan la constitución rusa, que protege el derecho al secreto de la correspondencia.

Según publica la página phys.org, los servicios de seguridad rusos llevan meses detrás de los datos de los usuarios de Télegram, algo que es completamente legal, por lo que la mensajería estaría obligada a compartir sus datos con el gobierno.

Si el CEO de Télegram no le entrega a los servicios se de seguridad los datos, aparte de la sanción, la aplicación podría ser bloqueada y sufriría una caída muy importante de usuarios que en Rusia llegan a los diez millones.

El FSB es una agencia de investigación gubernamental heredera del KGB y dependiente directamente del presidente ruso Vladímir Putin.


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