La semana que viene el Gobierno comenzará con la nueva etapa de la segmentación de subsidios a las tarifas de energía eléctrica y de gas.

Además del esquema ya puesto en marcha con el registro para confirmar o no la necesidad de esa ayuda estatal, ahora operará sobre las boletas otro filtro: habrá un tope de consumo subsidiado. Por encima de ese techo, los usuarios pagarán la tarifa plena.

En su presentación en sociedad como ministro, Sergio Massa marcó que los lineamientos principales de su gestión serán el orden fiscal, la acumulación de reservas, el superávit comercial y el desarrollo con inclusión.

En el primer aspecto es que se enmarca la primera de las medidas que tendrá importancia para el bolsillo.

Sobre el esquema de segmentación ya iniciado se sumará una nueva fase en la que el Estado buscará una nueva instancia de ahorro fiscal y de ahorro también en el consumo de energía para un grupo de hogares.

A cuántos usuarios afecta: el sistema que anunció el miércoles por la noche Massa apuntará específicamente al universo de otros 9 millones de usuarios que sí realizaron el trámite para continuar recibiendo una asistencia del Estado para pagar el precio de los servicios públicos. De todas formas, excluye a aquellos que son alcanzados por la tarifa social.

La conferencia de prensa de Sergio Massa, luego de asumir (Foto: Franco Fafasuli)

Según estimaciones oficiales, un 80% de los usuarios quedarán fuera de esta nueva medida ya que consumen energía por debajo del tope subsidiado que establecerá la reglamentación, que se conocería el próximo martes.

El 20% restante, aseguran en Economía, concentran el 50% del consumo total de luz y gas.

De esa forma, de los 9 millones de usuarios que pidieron mantener los subsidios, cerca de 1,8 millones superan los consumos mensuales de 400 kWh y tendrán incrementos cuando pasen ese tope. Así se suman a los 4 millones que no pidieron subsidios y dan un total aproximado cercano a los 6 millones de hogares.

Cuándo se implementa: su puesta en marcha será inmediata, lo que implica que los nuevos criterios de tope de consumo subsidiados tendrán lugar desde septiembre para todos los servicios públicos.

Energía eléctrica: para el caso de la luz el criterio será unificado y l Estado subsidiará hasta 400 kWh. El consumo por encima de esa vara pagará tarifa plena. Para pasar en limpio: si un hogar consumiera 600 kWh, los primeros 400 kilovatios tendrán subvención y los segundos 200 abonarán el precio completo del servicio.

Gas: para este caso la implementación del tope tendrá distintas variantes, ya que no es posible estipular un criterio unificado en todo el país por distintos motivos. La quita de subsidio se realizará por regiones, partiendo de las diferencias climáticas y costo de distribución, así como también la estacionalidad.

Ahorro fiscal: el Gobierno estima que el nuevo esquema de subsidios que además de la segmentación ya puesta en marcha incluirá un tope de consumo subvencionado le implicará al Estado un ahorro fiscal poco menor al 1% del PBI, lo que sería a valores de hoy más de $500.000 millones.

El sistema nuevo tendrá un impacto que fuentes del Ministerio de Economía consideraron relevante en las cuentas públicas. Sería, en términos anuales, cercano a un punto del Producto, algo que podrá verse reflejado de manera más clara en 2023, ya que quedan cuatro meses plenos de 2022 para estimar un ahorro potencial.

Como para comparar, cuando fue negociado y acordado con el FMI se hablaba de un ahorro fiscal de 0,6% del PBI. Más tarde, luego de la primera revisión trimestral con el organismo, esa estimación fue reducida a solo 0,015 por ciento.

Qué pasará con el registro: tal como informó en su momento la Secretaría de Energía, la fecha de corte para la inscripción en el sistema de subsidios cerró su registro el último 31 de julio, en un proceso en el que se anotaron unas 9 millones de personas. El Ministerio de Economía aseguró que no hay intenciones de reabrirlo, pero sí que las instancias presenciales de inscripción en oficinas de Anses, que tenían turnos designados hasta mediados de agosto, seguirán vigentes.

Cuánto consume un usuario: la información que necesita saber cualquier usuario de gas o de luz para saber cuál es su nivel de utilización de gas o de energía eléctrica está en la propia boleta de cada servicio. De todas formas, una de las distribuidoras del Área Metropolitana de Buenos Aires, Edenor, o el propio Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) ofrece como un servicio por internet la posibilidad de simular cuánto insumirían determinada cantidad de electrodomésticos en el consumo de un hogar.

Costo de la energía para el Estado: los últimos meses le insumieron al Estado una importante cantidad de divisas para abastecer la demanda industrial y residencial de energía durante los meses más fríos del año. Entre junio y julio el Gobierno pagó aproximadamente unos USD 4.200 millones.

Para agosto, un cálculo optimista que recorre los despachos oficiales habla de que esas importaciones bajarían desde un estimado inicial de USD 1.890 millones hasta USD 1.250 millones por cuestiones climáticas y por una mayor llegada de energía eléctrica desde Brasil, lo que liberará el gas para priorizar la demanda residencial, comercial e industrial.


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