La Justicia porteña tuvo en cuenta los antecedentes penales que tiene por robo y resistencia a la autoridad y le dictó prisión preventiva a Claudio Daniel Rímolo, el taxista que agredió a otro conductor en una pelea de tránsito. Sin embargo, cumplirá la pena en su domicilio y con una tobillera electrónica.

El fiscal Norberto Brotto resolvió el arresto domiciliario con tobillera electrónica hasta la celebración de juicio oral y público. Ahora, una vez que se reciba la orden, la tobillera se coloca en la cárcel de contraventores. Luego, Rímolo será trasladado a su domicilio, de donde no podrá salir.

El acuerdo se realizó en vista del estado de salud de la mujer de Rímolo, que estaba arriba en el auto cuando el taxista embistió de culata al otro vehículo, y la necesidad de que esté presente para asistirla.

Así lo afirmó el abogado de Rímolo, Martín Castillo, quien aseguró que la esposa sufre "arritmia, problemas cardíacos y un aneurisma". Además, agregó que presentará la historia clínica para probarlo. También destacó que el hecho de que el taxista tenga antecedentes fue determinante para que le dieran prisión preventiva. Y aseguró que su cliente "está arrepentido".

Los antecedentes penales de Rímolo, que tiene dos condenas previas de cumplimiento efectivo, además de haberse fugado del lugar de la pelea, incidieron en que le dictarán prisión preventiva de cumplimiento domiciliario para los delitos que se le imputan, por daños y lesiones, leves, que no implican cumplimiento efectivo de cárcel.

"Vamos a apelar la resolución del fiscal para que la detención sea efectiva. También pedir el cambio de carátula a tentativa de homicidio y que sea trasladado al fuero criminal y correccional", dijo Martín Francolino, abogado de Fabio Rojas, el conductor que participó de la pelea y fue agredido por Rímolo, y agregó: "Con una tobillera electrónica no hay mucha seguridad. Es un peligro que una persona así esté en la calle. Por eso, me dejaría más tranquilo que quede detenido hasta el juicio. Por lo menos hay una medida de seguridad que ya se implementó".

Desde la Fiscalía aclararon que si se constata que Rímolo viola la prisión domiciliario o se saca la tobillera, deberá esperar el juicio cumpliendo prisión efectiva en una cárcel.

La dueña del taxi, María Lucila Balton, dijo que la extrañaba que Rímolo tuviera registro profesional pese a sus antecedentes penales. "Yo no sabía que los tenía y, si lo hubiera sabido, no lo habría tomado. Entiendo que a la gente hay que reinsertarla, pero el transporte público no sería una opción, porque yo sé los nervios y presiones que tienen".

Una de las preguntas que surge del caso del taxista que agredió a otro conductor durante una discusión de tránsito es por qué conservaba su licencia profesional pese a tender antecedentes penales. Daniel Rímolo, que ahora tiene su licencia suspendida en forma preventiva, ingresó este lunes por la mañana a la fiscalía de Cabildo al 3000, para declarar ante el fiscal Norberto Brotto.

Rímolo, que entró a la fiscalía a los empujones con los periodistas que lo esperaban en la vereda, está acusado ahora de lesiones leves y daños, aunque el abogado del conductor agredido pidió que la carátula cambie a "tentativa de homicidio".

El taxista tiene antecedentes penales. La causas judiciales en las que estuvo involucrado en el ámbito porteño son robo cometido con armas en 2004, tentativa de robo simple en 2009 y tentativa de hurto en 2011.

De esos tres delitos, el único que entra en el Código de Tránsito y Transporte para que no se le conceda la licencia es el de 2004 (robo cometido con armas), según explicaron desde la Secretaría de Transporte. El cumplimiento de la condena finalizó en 2005. Y según la ley, deben pasar cuatro años para que pueda volver a tramitar la licencia profesional.

Rímolo suma otras causas, aunque sin condena firme, en la Provincia. En mayo de 2008 fue acusado de robo en Lomas de Zamora. En junio de 2007 de resistencia a la autoridad, que se repitió en noviembre de 2010. El último proceso registrado, según información oficial, es de abril de 2014 por robo agravado por el empleo de armas y resistencia a la autoridad.

"Se puede denegar la licencia de conductor profesional clase D en todas sus subclases cuando el solicitante acredite antecedentes penales por delitos contra la integridad sexual (Título III, Código Penal), delitos contra la libertad individual (Título V, Capítulo I, Código Penal), homicidio doloso, lesiones graves y gravísimas dolosas, robo cometido con armas o por delitos con automotores o en circulación y todo otro delito que hubiese sido cometido con la utilización de un vehículo afectado a servicio público", establece el Código de Tránsito y Transporte porteño.

Y agrega: "Cuando el solicitante acredite antecedentes penales por delitos no contemplados en el párrafo anterior, la licencia será tramitada siguiendo el procedimiento habitual utilizado para aquellos solicitantes que no acreditan antecedente penal alguno".

En cuanto al tiempo que debe pasar una vez cumplida la condena, el Código explica: "A los efectos del otorgamiento y/o renovación de licencia, no se tendrán en cuenta los antecedentes penales que poseyera el aspirante en el caso de que hubieran transcurrido cuatro (4) años desde la concesión de la efectiva libertad, y en dicho lapso no hubiese cometido un nuevo delito".

El Código también establece que "si al momento de solicitar el otorgamiento y/o renovación de habilitación como conductor profesional, el aspirante se encontrara procesado y aún no tuviere condena firme, la licencia se podrá otorgar por un (1) año, en cuyo caso se impondrá al aspirante, en el mismo acto, la obligación de presentar, al requerir nueva habilitación, una constancia del juzgado actuante que indique el estado procesal de la causa".

Como parte del procedimiento para obtener la licencia profesional para trabajar como taxista, Rímolo debió sortear cada uno de los pasos exigidos.

El primero es la presentación de documentación, firma y registro de huellas digitales. Luego se hace una evaluación psicofísica. Más tarde, debe sortear una instancia teórica: dos clases de 3 horas cada una, seguidas de una evaluación. Y finalmente la prueba práctica.

Rímolo, evidentemente, pasó cada una de las instancias y comenzó a trabajar para María Lucila Balton, la dueña del VW Voyage con el que protagonizó la pelea el fin de semana.


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