Tenemos entendido que filosofar es solo una actividad que aprendemos en el colegio cuando en realidad, sin darnos cuenta, es casi inconsciente el hacerlo todos los días. Tanto hoy, como en la antigüedad, el hombre se vio enfrentado a preguntas sin una única respuesta, como ¿por qué estamos en el mundo?, ¿somos sólo materia o tenemos alma?, ¿somos libres realmente los seres humanos?, etc. Necesitamos la filosofía para tratar de responder estas preguntas.
Hay muchos factores que como seres humanos nos divide, nos encasilla, como por ejemplo el color de piel, la religión, la clase económica, el conocimiento intelectual, entre muchos otros. Pero hay algo que nos concierne a todos, algo en lo que todos estamos estancados, y son estas preguntas. Todos deberíamos tratar de responderlas desde cada punto de vista, cada opinión.
Según los filósofos, el ser humano no puede vivir sólo de pan, de amor y cuidados, el hombre necesita encontrar una única respuesta a las preguntas sin respuesta. Cada uno debe buscar sus propias respuestas a esas preguntas. No podemos consultar una enciclopedia para contestar las mismas. Sin embargo resulta de gran ayuda leer lo que otros han pensado al respecto.
Al hombre se le hace tan raro existir, que las preguntas filosóficas surgen por sí solas.
Participamos de algo misterioso y queremos desvelar ese misterio.
Al estar al alcance de nuestra mano la solución a cualquier pregunta que nos hagamos, aquellas que no tengan una respuesta precisa nos desconcierta y hasta nos incomoda. Convirtiéndonos en una sociedad que supuestamente cree controlar todo cuando en realidad somos una de las más dominadas por los medios y la información falsa. Siendo así que vivimos con las ideas que nos imponen, filosofar es la única manera de salir de cualquier pensamiento mediocre que nos someten.
Ninguno joven, adulto o niño vive tranquilo o totalmente despreocupado por las preguntas sin una única respuesta, y la única forma de contestar (o tratar) es filosofando.
Debemos filosofar para tener nuestra propia visión de la vida. El carácter y la personalidad de todo ser humano está basado en las vivencias que cada uno va desarrollando, el comienzo es el que te dan tus padres, a partir de ello los jóvenes crecen y empiezan a formar su propio pensamiento, para ello es esencial filosofar.
Si nos obsesionamos con tener una única respuesta, nos puede causar un sentimiento de disconformidad.
Por ende, los jóvenes tenemos que filosofar, pero no preocuparnos la existencia si no encontramos la respuesta, tenemos que vivir con la idea que de capaz nunca la encontremos.
Manuela de las Casas
DNI 42578886.
Catalina Schanton
DNI 42170588.
Colegio “Don Bosco” 5°B.
Bibliografía: “El mundo de Sofía” Jostein Gaarder .