Gualberto Pérez trabaja hace 22 años en una pequeña cerrajería ubicada en la zona del Congreso de la Nación, en el límite de los barrios porteños de Monserrat y Balvanera. Con 70 años y jubilado, asegura que suele realizar también trabajos en Puerto Madero, donde “todos tienen su imán”.

El 18 de enero de 2015 se convirtió en testigo de una de las causas más resonantes de los últimos años al lograr abrir la puerta del departamento de las torres Le Parc donde fue hallado sin vida Alberto Nisman.

El cerrajero dio detalles de lo que recuerda de esa noche. “Me llamaron de seguridad (del edificio) y me dijeron que vaya urgente, que había un problema. Apuré el taxi y llegué en 20 minutos. Me llamaron a las 22.05 y 22.25 estaba ahí. Estaba el intendente (el encargado) y la mamá de Nisman con una amiga. Subimos. Creo que éramos cuatro personas y después subió y bajó uno más que no sé quién era, creo que era uno de los custodios”, explica.

Al llegar, el hombre se encontró, según su testimonio, con un problema fácil de resolver. “Dijeron que la puerta estaba cerrada, pero solo estaba con la llave colgando. Era la puerta de servicio. Les pregunté porqué no entraron por la otra y me dijeron que no tenían el código.

No podían. Tiré la llave, giré el pestillo con otra llave y la abrí. Nada más. La mamá entró bastante rápido. Recogí mis herramientas, estuve 10 minutos y me fui. Vi que la mujer se fue para el fondo, pero nada más. Era una señora totalmente calma”, detalla.

Gualberto asegura que ya conocía el lugar por trabajos previos y que no notó nada extraño, aunque le resultó “raro” el movimiento que había. “Yo estoy acostumbrado a los servicios de cerrajería de día y noche. Nosotros abrimos casas de personas que a veces no aparecen.

Yo trato en lo posible de no preguntar, pero esa noche noté mucha preocupación en el ambiente. Después relacioné todo y lamenté lo que ocurrió”, afirma. Sobre los “movimientos” que vio, explica: “Me preocupó la llamada y las caras que vi, movimientos pequeños de que algo pasaba, algo que te pone atento”.

Tras el hallazgo del cuerpo, decenas de personas fueron llamadas para declarar en el marco de la causa. El hombre cuenta que debió presentarse ante la Justicia durante dos años. “En la declaración con la fiscal Viviana Fein, me dijo que yo había dicho algo distinto al resto, que era que la puerta estaba abierta. Todos habían dicho que estaba cerrada, pero para mí que una puerta esté cerrada significa que tiene un doble giro de llave. Yo le dije que simplemente tenía una llave colgando, que la empujé y me fui”, cuenta.

Sobre lo que cree que pasó esa noche, asegura: “Querría saber si todo lo que dice el documental es verdad”. Y en cuento a las repercusiones que tuvo en su vida, afirma: “Yo podría haber ido a bailar a cualquier programa, pero por el movimiento que vi los días siguientes, tuve miedo. A mí me gusta bailar, salí campeón de rock, podría haber ido a lo de (Marcelo) Tinelli, pero tuve miedo. No te puedo contar, pero tuve miedo. Debe que ser porque soy viejo”. Y concluye: “Yo no estoy cien por ciento seguro qué fue lo que pasó”.

Fuente: Perfil


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