

Daniel Quinteros Pampliega, de 31 años, quien cumplía función como agente de la Policía del Chaco, fue detenido en el año 2016 en la localidad santafesina de Reconquista, tras un raid persecutorio que comenzó en Basail y terminó a pie por las calles de dicha ciudad, luego de abandonar el automóvil repleto de droga.
Quinteros Pampliega, fue condenado a 8 años de prisión y $12 mil de multa por el delito de transporte de estupefacientes agravado por su condición de funcionario público.
Así lo decidió el Tribunal Oral Federal de Santa Fe integrado por los jueces María Ivón Vella, José María Escobar Cello y Luciano Lauría, quienes no dieron lugar a la condena por otro delito por el que Quinteros Pampliega había sido indagado y procesado oportunamente en el Juzgado Federal de Reconquista.
Para el juez federal de Reconquista, Aldo Alurralde, había también concurso con el delito de uso de documento falso agravado, utilizado para acreditar la titularidad de dominio del vehículo automotor utilizado para el transporte de estupefacientes. En tanto, la fiscal del caso, Natalia Palacín, había pedido al tribunal que lo condene a 9 años de prisión. Por lo pronto, será el 2 de mayo, el día en que el tribunal dará a conocer los argumentos de la sentencia.
Cabe señalar que el detenido, llegó al juicio en prisión preventiva, por lo que continúa alojado en la cárcel de Coronda.
El hecho
Daniel Quinteros Pampliega había sido detenido en Reconquista el 1 de febrero de 2016 luego de una larga persecución que inició al escapar de un control de rutina sobre Ruta Nacional 11, en el puesto fijo de la Sección Seguridad Vial de Basail.
El automóvil había superado indebidamente a un camión y disparó del control rumbo al Sur. Así se convirtió en sospechoso.
El narcopolicía, circulaba en un VW Vento color negro, patente JAA 666 en el que junto a un cómplice -que huyó y sigue impune- transportaban 615 panes de marihuana que pesaron 469,015 Kg.
Tras escapar, la información llegó a la delegación Reconquista, cuyos agentes en horas de la tarde de ese mismo día, divisaron un automóvil de esas características bajo un toldo de la playa de estacionamiento frente al comedor de la Estación de Servicios Esso "El Cruce" y allí quedó desde las 18 una patrulla de gendarmería, esperando a que suban los viajeros para detenerlos.
A las 19:30, dos personas atravesaron la ruta 11 caminando y subieron al auto, quienes al notar la presencia de los gendarmes salieron escarbando, primero marcha atrás y luego hacia adelante, con un agente corriéndolos a pie y otros acudiendo a la patrulla para iniciar la persecución.
A gran velocidad huían en plena avenida de la ciudad, pasaron un semáforo en rojo en la intersección con Avenida Islas Malvinas, donde chocaron el lateral izquierdo de tres vehículos. Segundos después doblaron y a unos 200 metros frenaron abruptamente sobre la vereda de Lovatto al 1.300, donde abandonaron el auto y corrieron hasta calle Olessio donde giraron al Sur y siguieron caminando hasta perderse de vista.
Cuando llegaron los gendarmes al auto abandonado lo cercaron y pudieron observar el cargamento de droga.
Seguidamente el Vento fue trasladado hasta la sede de Gendarmería en Avellaneda, donde se constató que efectivamente era marihuana en 615 panes, con un total de 469 Kg., pero además había una pistola calibre 11/25.
A las 20:30 del mismo lunes 1 de febrero de 2016, policías de la Unidad de Intervención Barrial de la U.R.IX, procedieron a la detención de una de las personas buscadas. Andaba caminando mientras hablaba por teléfono por Bulevar Constituyentes al 800.
Fue una persecución cinematográfica que involucró a personal de Gendarmería y Seguridad Vial de Santa Fe. Quinteros Pampliega fue detenido y permaneció preso desde ese día. En tanto su cómplice, nunca fue capturado.