Por Fabián Ríos

Hoy, 27 de agosto, se conmemora y recuerda un nuevo aniversario, el 10°, del fallecimiento de aquel hombre que le devolvió la esperanza al pueblo argentino, aquel hombre que llegó al poder de manera muy clara y contundente, invitando al pueblo, su pueblo, a un sueño que pondría fin a la enorme brecha social en ese momento y las desigualdades existentes.

Aquel hombre, nuestro presidente que asumió un 25 de mayo de 2003, fue el que les devolvió la dignidad a los argentinos, saldando una deuda histórica como la que teníamos con el FMI, y no poniendo en riesgo las arcas del Estado Nacional, demostrando en ese momento que lo que dijo en campaña no era una simple promesa electoral, sino más bien hechos y acciones que solucionaban los desastres de gestiones anteriores, además de liberar a nuestra Patria.

Hoy también se cumplen diez años del fallecimiento de aquella persona que propuso tener una Argentina formada y construida por todos y para todos, y así avanzar y ¿Por qué soñar?, en tener un país igualitario donde esa maldita diferencia social dejara de existir.

Hoy también se cumplen 10 años de la desaparición física, pero no de nuestros corazones, de aquel hombre que devolvió el espacio de los militantes, a los cuadros, y volver a confiar en la política como la herramienta perfecta para lograr la transformación de la Patria.

Hoy también se cumplen 10 años de aquella persona que siempre fue de frente y con los objetivos bien claros, donde será recordado por sus palabras de que “No pasaran a la historia los que más especulen, si no los que más se la jueguen"; siempre distinto y justamente jugándosela ante todos, por el pueblo argentino.

Compañero, pasaron 10 años y continuas estando en mi corazón, en el de todos los argentinos y más presente que nunca. Tus pensamientos también más vigentes que nunca y solamente decirte ¡GRACIAS POR TODO!


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