En medio del conflicto del Gobierno con los gremios aeronáuticos, el expresidente Mauricio Macri reclamó un “plan de desarme urgente” para Aerolíneas Argentinas, con fuertes dardos a los sindicalistas del sector, sobre todo a Pablo Biró, secretario general de los pilotos, con quien tuvo un difícil trato cuando estuvo frente a la Casa Rosada.

Para solventar su postura, el antes mandatario propuso tres alternativas de salida para la empresa estatal, que incluyen un proceso de quiebra, la escisión, o la “rápida” reducción y liquidación.

En una extensa publicación que hizo en su cuenta de X y que tituló La estafa de Aerolíneas Argentinas, el actual titular de Pro indicó: “Por el bien de todos los argentinos, lo que necesita Aerolíneas Argentinas es un plan de desarme urgente”.

Convencido de que la situación actual de la compañía es “una ruina sin salida”, el exmandatario que buscó aplicar una política de “cielos abiertos” durante su gestión, que habilitó el desembarco en la Argentina de las low cost y que, como el actual presidente Javier Milei, tuvo una fuerte discordia con los gremios aeronáuticos expresó que los convenios colectivos de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas, que conduce Biró; de la Asociación Personal Técnico Aeronáutico (APTA), de Ricardo Cirielli; y de los Aeronavegantes, de Juan Pablo Brey, estipulan “privilegios insostenibles y vergonzosos”.

Biró y sus socios han estafado demasiados años a los argentinos, incluso a aquellos que no vuelan, bajo la falsa bandera de soberanía y el concepto anacrónico (y costoso) de aerolínea de bandera.

Son ellos quienes se encargaron de que hoy se vuele poco, que sea caro, que haya menos conexiones entre provincias y, principalmente, de hostigar descaradamente a la competencia para mantener sus beneficios”, arremetió Macri contra el titular de APLA, que fue denunciado por el Ministerio de Seguridad nacional el miércoles, y contra sus laderos sindicales.


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