Más de 23.000 personas en el noreste de Italia continuaban desplazadas este lunes, casi una semana después de lluvias torrenciales que provocaron inundaciones y dejaron un saldo de 14 muertos, anunciaron las autoridades.

La mayoría de los desplazados se están quedando con familiares o amigos, pero unos 2.700 fueron realojados en hoteles, escuelas, gimnasios y otros centros, detallaron las autoridades de la región de Emilia Romaña, consignó la agencia AFP.

La semana pasada cayeron en esta región donde viven 4,5 millones de personas, el equivalente de seis meses de lluvias en apenas 36 horas.

Unos veinte ríos se salieron de sus cauces a causa de las lluvias, que provocaron deslizamientos de tierra, el agua también cubrió inmensas superficies agrícolas y destruyó cultivos. Aunque se comenzaron a limpiar varias áreas, muchas siguen inundadas.

Las autoridades intentaban este lunes restablecer la conexión a internet de los hospitales, administraciones y escuelas.

Además de las pérdidas humanas, esta región, una de las más ricas de Italia, sufrió daños económicos imposibles de cuantificar por el momento.

Más de 600 calles seguían cerradas y la región estimó que se necesitarán 620 millones de euros (unos 670 millones de dólares) para restablecer la red vial.

La primera ministra, Giorgia Melonia, regresó antes de lo previsto de la cumbre del G7 en Japón para acudir a algunas de las zonas más golpeadas.

Se espera que el martes celebre una reunión de gabinete durante la cual podría desbloquear fondos de emergencia para la región.

Varios grupos privados prometieron fondos para ayudar a la región a levantarse, incluyendo el gigante franco-italiano de los automóviles Stellantis, que prometió un millón de euros. La Fórmula 1 y Ferrari también ofrecieron cada uno la misma cantidad.

El grupo francés de lujo LVMH, que incluye las marcas italianas Bulgari y Fendi, y Kering, propietaria de Gucci, también hicieron donaciones, sin especificar el monto.


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