No existe el viajero desprevenido. La norma indica que la mayoría, al menos, está bien al tanto de cada precio, promoción o descuento. Así se desprende de los números que la tarjeta Visa ofreció en estos días al Gobierno: desde que se instauró el sistema de devolución del IVA para el alojamiento de turistas no residentes, el consumo de hoteles con tarjeta de crédito por parte de extranjeros creció 4 puntos porcentuales.
No sólo eso. También el consumo general con plásticos de visitantes no residentes creció un 23%. "La parte del presupuesto que el turista le asignaba al hotel ahora va a otros gastos turísticos", explicó Sebastián Slobayen, subsecretario de Coordinación Nacional del Ministerio de Turismo. "Hay un traslado directo del 21% del IVA que se ahorran a otros gastos", detalló el funcionario, que participó ayer de un almuerzo organizado por la South American Hotel & Tourism Investment Conference (Sahic).
Para Slobayen, no obstante, aún falta profundizar más en la medida para conseguir que el impacto no sea un "incremento de las ganancias de los hoteleros", sino una mejora en la competitividad de la Argentina frente a otros destinos turísticos. Para recibir el reintegro del IVA sobre los servicios de alojamiento, los turistas tienen que acreditar su residencia en el extranjero y pagar con una tarjeta de crédito emitida en el exterior o con transferencia bancaria originada fuera de los límites del país.
En el Ministerio de Turismo aspiran a multiplicar la cantidad de turistas que cada año ingresan al país de los seis millones actuales a casi 10 millones en 2019. El sector, destacan, hoy representa entre el 7 y el 8% de la mano de obra registrada y es el tercero entre los de mayor crecimiento en lo que va del año, después de los sectores de la construcción y la pesca, según datos del Indec.
"La Argentina tiene todas las condiciones para ser líder de negocios en la región", consideró, por su parte, Arturo García Rosa, presidente y fundador de Sahic, que el mes próximo hará su conferencia anual en la Argentina, por primera vez después de 10 años. "El turismo en la Argentina volvió a crecer el año pasado, después de años muy malos. La Argentina no debería haber estado donde estuvo", se sinceró el empresario, quien se mostró muy crítico de los años del kirchnerismo, cuando había cepo cambiario, "se negaba la inflación" y "no había un buen clima de negocios".
"No me caben dudas de que las inversiones van a llegar. Pero cada proyecto tiene de dos a cuatro años de maduración", dijo García Rosa. "Hay una situación que a los argentinos nos obnubila y es si ganan o no las elecciones o qué porcentaje saca tal o cual, pero desde el exterior la visión es que la sociedad ya eligió un cambio", afirmó el empresario, que precisamente se dedica a unir inversores con quienes tienen grandes proyectos en el negocio hotelero y de turismo.
Además del evento de Sahic, a comienzos de septiembre, la Argentina el año próximo será sede de la conferencia anual de The World Travel & Tourism Council (WTTC), la asociación que agrupa a los principales actores del turismo en todo el mundo.