Este sábado empieza la cumbre virtual del G20 organizada bajo la presidencia de Arabia Saudí, en la que los líderes de las principales economías del mundo abordarán la recuperación económica mundial tras la pandemia y la cooperaciones internacional, así como una nueva fiscalidad que tenga en cuenta las particularidades de la economía digital.

El sábado y el domingo, los líderes de 19 países y de la Unión Europea debatirán la respuesta conjunta a la crisis que prometieron en marzo, en medio de la polémica porque se celebre y sea organizado por Arabia Saudí, que ostenta la presidencia del grupo actualmente, algo que las organizaciones civiles han condenado por la violación de Derechos Humanos del país árabe.

No obstante, el Ministro de Finanzas de Arabia Saudita, Mohammed Aljadaan, ha asegurado que se espera de la cumbre “sentar bases sólidas para un crecimiento fuerte, sostenible, equilibrado e inclusivo”. La postura de consenso de todos los miembros se sitúa ahora cercana a la necesidad de insistir en que la respuesta debe ser expansiva para proteger el tejido productivo de las economías.

En este sentido, los miembros del G20 se comprometieron en marzo a coordinar su respuesta a la pandemia y, desde entonces, han inyectado colectivamente 11 billones de dólares para mitigar el impacto en la economía mundial de la crisis provocada por el coronavirus.

Asimismo, el grupo ha puesto en marcha una iniciativa para la suspensión de la deuda de países en desarrollo, que les permitirá aplazar los pagos de la deuda que vencen este año. En abril se aprobó una suspensión de todos los pagos de deuda bilateral durante seis meses, mientras que en octubre se decidió extender esa medida hasta junio de 2021.

Más de 70 países de los países menos desarrollados del mundo se han acogido a esta medida, que retrasa el pago hasta junio de 2021.

Otro tema económico clave es el de la fiscalidad, especialmente la de los gigantes digitales, ya que el G20 recoge el trabajo realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). De acuerdo a las mismas fuentes, se espera una posición más constructiva de Estados Unidos, sobre todo teniendo en cuenta que la expectativa es que la Administración de Joe Biden rompa con la tendencia de Donald Trump de aprobar sanciones comerciales para los países que aprueban nuevos tributos sobre empresas digitales.

Además, la nueva posición de Estados Unidos, que podría volver a cambiar por completo cuando se reúna el propio Donald Trump con sus homólogos, también abre la posibilidad de consenso en el ámbito comercial, especialmente con China.

Los países que forman parte del G20 abarcan dos tercios de la población mundial, el 85 por ciento de la producción económica mundial y el 75 por ciento del comercio mundial.

GUTERRES PIDE AL G20 “MÁS SOLIDARIDAD Y COOPERACIÓN”

A las puertas de la celebración de la cumbre, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha asegurado que cuando se dirija a los líderes este fin de semana les pedirá “más solidaridad y cooperación”. “Necesitamos medidas concretas ahora, especialmente para los más vulnerables”, ha incidido en un comunicado.

Siguiendo esta línea, Guterres ha explicado que el mundo “debe garantizar que la recuperación de la crisis sea inclusiva, sostenible y en línea con los objetivos climáticos mundiales”.

También ha insistido en que las vacunas deben ser tratadas “como un bien público mundial”, así como garantizar una vacuna contra la COVID-19 “popular, accesible y asequible para todos, en todas partes”, ya que “la solidaridad es, en efecto, la supervivencia”.

Aunque Guterres ha valorado positivamente la inversión realizada hasta el momento en los esfuerzos por conseguir una vacuna accesible para todos, especialmente a través de la iniciativa COVAX, se necesitan unos 28.000 millones de dólares más.

Una financiación, fundamental para “la fabricación en masa, la adquisición y la entrega de las nuevas vacunas y herramientas de COVID-19 en todo el mundo”, por lo que se dirigirá a los líderes, ya que “los países del G20 tienen los recursos”.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres.

Por último se ha referido a “evitar una pandemia de la deuda”, ya que la pandemia está llevando a los países en desarrollo “al precipicio de la ruina financiera y a una escalada de la pobreza, el hambre y el sufrimiento incalculable”.

Por esto, solicitará a los países del grupo que aumenten los recursos financieros del Fondo Monetario Internacional (FMI) y que retrasen el pago de la deuda hasta finales de 2021, y no hasta mediados como se ha decidido por el momento.

LA SITUACIÓN DE DDHH EN ARABIA SAUDÍ

La ONG Amnistía Internacional instaba esta semana a los líderes del G20 a denunciar “la descarada hipocresía” de las autoridades saudíes sobre los derechos de las mujeres, recordando que las activistas que han encabezado campañas y protestas en favor de los derechos de las mujeres “se consumen en prisión o se enfrentan a juicio”.

No obstante, este viernes, tanto la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, como presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, han dicho que el G20 no es el foro adecuado para discutir la violación Derechos Humanos por parte de Arabia Saudí, aunque han destacado que la UE tiene este tema “muy alto en la agenda” y siempre se aborda a nivel “bilateral”.

La alemana ha defendido que el G20 tiene una agenda “muy estricta” y un protocolo “muy claro”. “No es una cumbre bilateral”, ha expresado, para recordar después que la presidencia del mismo rota cada año.

“En reuniones bilaterales seguimos detenidamente la situación de los Derechos Humanos en Arabia Saudí y también de la gente que defiende los derechos fundamentales, entre ellos los de las mujeres y los individuales. Es un tema que está en marcha y es muy serio”, ha recalcado la presidenta de la Comisión Europea.

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