Cuando un paciente llega al consultorio con un problema de glaucoma, porque un oftalmólogo general o el paciente mismo tuvieron sospechas de esta dolencia, lo primero que se debe hacer es llegar al fondo de esta enfermedad.

“Lo primero que debemos hacer es interrogar al paciente para conocer los antecedentes familiares (factor determinante de riesgo) y la presencia de otras enfermedades generales o del ojos existentes, porque si es mayor de 40 años, aunque lo podemos encontrar a cualquier edad”, explica la Dra. Nhora Montañez de Zabielewicz (MN 93.910), especialista en glaucoma, médica de planta del Hospital Italiano de Buenos Aires.

Como inicialmente no produce síntomas se conoce como “El ladrón silencioso de la visión”. Alguien puede tener una perfecta visión central adelante y no darse cuenta de que su visión periférica se va cerrando hasta el extremo de poder perder la visión. “Por eso, a los pacientes sin glaucoma, les explico que es importante controlarse mínimamente una vez por año, ya que una vez que se detectó, se puede intentar detener la enfermedad, aunque lamentablemente el daño es irreversible”, dice la doctora.

En este control anual, es importante que la presión intraocular se encuentre en valores normales, ya que fuera de rango, afecta al Nervio Óptico y su consecuente alteración visual. La Dra. Montañez da buenas noticias sobre esta dolencia:

En la actualidad, existen muchos exámenes oftalmológicos que ayudan al médico a realizar una detección temprana.

Con tratamientos que consisten en el uso de gotas, aplicación de láser y/o cirugía se puede detener el avance, siempre siguiendo el tratamiento que el oftalmólogo recomiende, para así preservar la visión.

Como se expresó, el glaucoma es una enfermedad crónica que puede producir discapacidad visual. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud, ocupa el tercer lugar como causa de discapacidad visual a nivel mundial. Por eso se debe realizar un diagnóstico temprano y tratamiento adecuado, ya que el daño que produce es irreversible.

“El tratamiento suele ser crónico, si hablamos de terapia médica, se utilizan colirios instilados en forma tópica a nivel ocular, es decir implica la colocación de gotas en los ojos de por vida. El no cumplimiento del tratamiento y el desconocimiento de la enfermedad, son la principal causa del fracaso del mismo”, sostiene la Dra Montañez.

Los tratamientos suelen ser efectivos, pero más del 50% de los pacientes con glaucoma, no cumplen con la indicación propuesta por el médico oftalmólogo.

“Las causas para este incumplimiento son múltiples, entre ellas podemos mencionar los posibles efectos adversos locales y generales que pueden traer éste tipo de medicamentos. Es función del médico oftalmólogo evaluar y advertirle al paciente qué síntomas puede presentar, para que el paciente no suspenda innecesariamente la medicación”, agrega la médica.

Otra causa frecuente de incumplimiento es el olvido de los horarios del tratamiento, por eso es importante que el paciente con glaucoma respete la indicación médica, para que la droga pueda actuar correctamente.

Asimismo es común escuchar de parte de los pacientes que cuando tienen varios tipos de colirios indicados a diferentes horas del día, suelen olvidarse de alguno. Por eso existen combinaciones de medicamentos en un mismo frasco gotero.


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