Llegado determinado punto, el estrés puede tornarse perjudicial para la salud. Ni la risa, ni el sueño ni una taza de café caliente, demostraron ser la clave para una vida libre de dolores de cabeza. Sin embargo, un académico japonés afirma que la mejor manera de aliviar el estrés es derramar algunas lágrimas una vez por semana.

Hidefumi Yoshida es un exmaestro japonés de una escuela secundaria conocido como el “maestro de las lágrimas” por llevar a cabo la tarea de organizar talleres y conferencias regulares en todo el país para educar a las personas sobre los beneficios psicológicos del llanto.

Yoshida explica que escuchar música emotiva, ver películas tristes y leer libros que provoquen el derrame de lágrimas puede ofrecer enormes beneficios a la salud mental al estimular la actividad nerviosa parasimpática, que disminuye la frecuencia cardíaca, lo que puede tener un efecto calmante en la mente.

“Llorar hace bien si el llanto es auténtico y emerge desde un sentimiento coherente, sentido y verdadero. A menudo, en el marco de un proceso terapéutico contenido por un profesional, las personas a través de ejercicios vivenciales sueltan sus emociones y eso los beneficia”, sostuvo en diálogo con Infobae Andrés Sánchez Bodas, psicólogo y fundador de la carrera de counseling en Argentina.

En 2014, Yoshida se unió a Hideho Arita, profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Toho en Tokio, para lanzar una serie de conferencias destinadas a crear conciencia sobre los beneficios del llanto. Desde entonces, el académico ha sido inundado con solicitudes de escuelas y empresas para organizar talleres y otras actividades sobre el tema.

En diálogo con Infobae, Diego Luparello, psicoanalista y expresidente del Claustro de analistas en formación de la APA, explicó: “Los seres humanos hemos experimentado de una u otra manera el efecto aliviador que suele generar la acción de llorar. Si bien no forma parte de la estrategia o de los objetivos de una terapia psicoanalítica, somos testigos en la clínica cotidiana del alivio que provoca llorar”.

Para el experto se hacen visibles dos planos de dicho fenómeno. En primer lugar, el hecho biológico puntual que permite la actividad nerviosa parasimpática. Y en segundo, que el llanto suele darse en el contexto de la posibilidad de expresión de aquello que provoca preocupaciones, tensiones, y nervios.

Sin embargo, no se trata de la primera línea de investigación dispuesta a promocionar los efectos calmantes del llanto. En 1981, un estudio titulado “Experto en lágrimas” conducido por el doctor William Frey en la Universidad de Minnesota afirmó que el llanto libera endorfinas, promoviendo posteriormente sentimientos de felicidad y bienestar.

“Si lloras una vez por semana, puedes vivir una vida libre de estrés”, asegura el japonés.

Además, un estudio realizado en 2008 a más de 3000 personas encontró que el llanto provocaba que las personas se sintieran mucho mejor en situaciones difíciles, lo que llevó a los autores a sugerir que la inducción de lágrimas debería usarse como una forma de terapia.

“Llorar sí es beneficioso si surge desde un sentimiento coherente, sentido y verdadero pero no inducido. Sin embargo, existen ejercicios terapéuticos que promueven el contacto con los sentimientos profundos y a veces eso produce el llanto”, añadió Sánchez Bodas.

Incluso más efectivo que reír o dormir

Décadas de investigación han relacionado el derramamiento de lágrimas con la liberación de emociones, desde la tristeza hasta la ansiedad y la frustración. Según Junko Umihara, profesor de la Escuela de Medicina Nippon en Japón, “llorar es un acto de defensa propia contra la acumulación de estrés”. En Japón, cada vez más escuelas y empresas animan a los estudiantes y empleados a llorar porque alivia el estrés y, por lo tanto, mejora la salud mental.

“El acto de llorar podría ser más efectivo que reír o dormir para reducir el estrés, -continuó- si llorás una vez por semana podés vivir una vida libre de estrés”.

A menudo, hacerlo se siente como una limpieza, una forma de purgar las emociones reprimidas para que no se alojen en el cuerpo como síntomas de estrés, como la fatiga o el dolor. Tanto para hombres como para mujeres, las lágrimas deberían ser signo de coraje, fuerza y ​​autenticidad, además de servir como herramienta para mantener la salud y liberar el estrés.

“El ser humano nace con la presencia de dos grandes sentimientos: la alegría y la tristeza. Ante situaciones agradables aparece la risa y ante situaciones tristes o desagradables, el llanto. La libre expresión de ambas emociones hace bien, de eso no hay duda. Implica liberar sentimientos profundos que quizás se encuentran obstruidos”, concluyó Sánchez Bodas.


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