El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, anunció este jueves que su administración trabajará para deportar o extraditar a los extranjeros que están presos en el país y anunció una política tendiente a “recuperar la soberanía del Estado” en las cárceles, que registran una compleja situación, con reiterados motines y enfrentamientos internos entre reos.

"Para recuperar la soberanía del Estado en las cárceles del Ecuador”, entre otras medidas, Lasso anunció que se implementarán escáneres e inhibidores de teléfonos, entre otras medidas.

En una entrevista de la que el diario El Comercio publicó solo algunos fragmentos, el mandatario dijo que en paralelo se trabajará “en la defensa de los derechos humanos de las personas privadas de libertad”.

Explicó que el sistema carcelario local tiene capacidad para 30.000 presos, pero existen más de 39.000 actualmente, y reconoció que de esos 9.000 en exceso, al menos 5.000 son personas que ya tienen derecho a salir en libertad, pero “por falta de personal o exceso de procesos burocráticos en el SNAI (Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores) y en el sistema de justicia, siguen detenidos”.

“Tenemos que trabajar para dejarlos libres, para que no sean sujetos al chantaje de los grandes capos de las mafias”, evaluó.

Solo en lo que va de 2021, una serie de hechos de violencia -motines, intentos de fugas, enfrentamientos internos entre presos- registrados en los centros de Azuay, Cotopaxi, Guayas número 1 y Guayas número 4, Manabí, y Ríos dejaron 121 muertos y decenas de heridos.

Hace 10 días, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) reclamó al Estado que adopte “medidas inmediatas y efectivas” para garantizar el derecho a la vida y la integridad personal de los presos.

Lasso detalló además que existen alrededor de 3.000 reos extranjeros en las cárceles, en su mayoría, de origen colombiano, y adelantó que su gestión “trabajará para deportarlos o extraditarlos”, según sea el caso.

“Tuve la oportunidad de hablar con el presidente (Iván) Duque, de Colombia, y me dijo: ´no hay problema, mándamelos`”, relató.


COMPARTIR