Los paros que llevaron adelante los gremios aeronáuticos generaron un nuevo conflicto con el Gobierno. El último pico de tensión sucedió ayer, cuando el vocero presidencial, Manuel Adorni, dijo que el Ejecutivo mantenía conversaciones con empresas privadas para que “se hagan cargo de Aerolíneas Argentinas”.

Lo cierto es que la frase despertó una serie de inquietudes sobre cómo puede seguir la pelea y cuál será el futuro de la aerolínea de bandera.

Originalmente, la disputa entre los gremios aeronáuticos y Aerolíneas comenzó con un reclamo de mejora salarial.

Sin embargo, con el correr de los días se sumaron otros cuestionamientos como el posible desplazamiento del titular del gremio de los pilotos, Pablo Biró, del directorio de la firma y el objetivo de privatizar la compañía impulsado por Milei.

Lo cierto es que a raíz de esta situación el miércoles se realizó una reunión de urgencia entre el jefe de Gabinete, la secretaria general de la Presidencia, el ministro de Economía, el asesor Santiago Caputo, y el titular de Aerolíneas Argentinas.

Pasada esa convocatoria, Adorni insistió en que “el Gobierno nacional inició conversaciones con varias empresas privadas latinoamericanas para que se hagan cargo de la operación de Aerolíneas Argentinas en caso de que las extorsiones que están recibiendo los argentinos continúen”.

El mensaje, en realidad, fue una advertencia para presionar a los gremios y terminar con las medidas de fuerza, pero más allá de los dichos, distintas fuentes del Ejecutivo consultadas por TN explicaron que para que las empresas se hagan cargo completamente de la operación de Aerolíneas se necesita de una ley de privatización.

De todos modos, sí contaron que hay “sondeos para gerenciar” la empresa y reconocieron que el proceso para pasar el mando de la línea aérea al sector privado reviste sus complejidades. “Mover un avión es un poco más que hacer subir dos pilotos”, admitió una fuente oficial al tanto de las conversaciones con el sector.

Por eso, además de esto, en el Gobierno deslizaron otra posibilidad. Según comentaron, otras compañías podrían contar con ciertas facultades para realizar operaciones en vuelos de cabotaje de Aerolíneas amparados en las medidas de desregulación que se aplicaron sobre el mercado aerocomercial y la llamada política de “cielos abiertos” que quedó instrumentada en el mega DNU.

Sobre esa disposición, el economista especializado en transporte, Rafael Skiadaressis, explicó que con el decreto 70/2023 se eliminó la prohibición a empresas extranjeras de tomar pasajeros o carga para transporte a otro punto del país, así como se permitió el uso de aeronaves con matrícula extranjera si existe reciprocidad.

También estipuló que la Argentina fomentará el libre acceso recíproco a los mercados aerocomerciales y la conectividad entre operadores nacionales y extranjeros.

“La desregulación que se lleva a cabo formalmente implica que aeronaves de bandera y tripulación extranjera puedan realizar operaciones de cabotaje irrestrictas en el país.

Lo que en verdad se flexibilizó es la solicitud de rutas para operadores locales (por ejemplo, Flybondi o todo aquel que entre al mercado argentino) y se va a progresivamente permitir que aeronaves con tripulación extranjera operen en el cabotaje local”, describió Skiadaressis.

Sin embargo, el especialista advirtió que esa “apertura” hacia otras firmas no es inmediata. “Implica solicitar un permiso a la ANAC, aunque todo indica que el otorgamiento de permisos de operación será más ágil, ya que antes el trámite era más engorroso”, reflexionó.

Cómo está la situación financiera de Aerolíneas Argentinas y qué puede pasar con la privatización

En este contexto, el Gobierno insistió en su intención de privatizar Aerolíneas Argentinas. Si bien al principio, la línea de bandera estaba dentro de la lista de empresas a privatizar de la Ley Bases, finalmente se quitó para que la normativa pudiera avanzar en el Congreso.

Pero ahora volvió a aparecer la idea de retomar el plan, ya en forma individual. Por estas horas, el proyecto que más fuerza tiene es el que presentó el diputado del PRO, Hernán Lombardi, que básicamente establece que Aerolíneas Argentinas pueda declararse “sujeta a privatización”.

El Gobierno no solo defiende la idea de privatizar las empresas públicas porque considera que se debe avanzar en una tarea de “saneamiento fiscal”, sino que además cree que no es función del Estado administrarlas.

En este sentido, de acuerdo a las últimas cifras difundidas por la Oficina de Presupuesto, en el segundo trimestre del año, mostró un déficit financiero de $255.855,8 millones. Asimismo, la empresa recibió $58.732,7 millones en transferencias del Tesoro, destinados a su plan de reducción de personal.

Fuente: TN


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