El Gobierno buscó bajar la tensión con el papa Francisco tras sus duras críticas al protocolo antipiquetes y el uso de gas pimienta contra manifestantes durante la marcha contra el veto a la reforma jubilatoria. “Respetamos su opinión, pero no la compartimos”, sostuvo el vocero presidencial, Manuel Adorni.
“Es la opinión del papa Francisco, la cual escuchamos, respetamos y hasta reflexionamos sobre lo que dice el papa, pero no tenemos por qué compartir la visión que tiene sobre algunas cuestiones”, insistió Adorni al ser consultado sobre las críticas de Francisco al Gobierno que promunció durante un encuentro con líderes de movimientos sociales, entre ellos Juan Grabois.
Y recalcó “Es respeto es total con respecto a lo que pueda decir el papa”.
El vocero presidencial también se refirió al presunto caso de corrupción que denunció el papa, con la anécdota de un empresario al que un ministro le habría pedido uina coima, sin aclarar si el hecho ocurrió durante la gestión actual o una anterior. “Si la Justicia considera que hay que investigar, lo hará”, sostuvo.