Muchos hinchas de Boca Juniors todavía se acuerdan de aquel gol de Lucas Pusineri que le dio el empate agónico a Independiente en un partido que fue casi una final, ya que ese resultado evitó que los auriazules igualen la punta con el “Rojo” y derivó luego en el título del conjunto de Avellaneda.

Esa imagen fue la primera que reflejó Primera Línea hace exactamente 15 años, en una primera plana con un diseño muy diferente al que este medio utiliza en la actualidad.

Para tomar una dimensión de cómo era la realidad en esos tiempos, basta con ver que el dólar se cotizaba a poco más de 3 pesos. Y no solo eso. Esa edición primeriza constaba de un total de 48 páginas y su precio era de apenas $1,50 (aunque en esa época el peso argentino tenía otro valor que permitía adquirir mayor cantidad de bienes de consumo).

Desde aquel 2002 y por varios años más, nuestra célebre sección “Quebrachitos” si situaba en un costado de la página 6 y no era ese espacio exclusivo que es hoy con ilustraciones a color. Pero la misma redacción era otra, con titulares más acordes a una temporalidad en la que el enfoque del medio sobre la noticia era su carta de presentación y por entonces la “competencia” era contra medios audiovisuales. Nadie hubiera pensado que años más tarde llegarían las redes sociales para patear el tablero en el plano comunicacional.

Pasaron cinco años de la primera edición y Primera Línea debió adecuarse a las exigencias de los lectores que siempre buscan algo más. El formato de la tipografía se mantuvo, aunque hubo pequeñas modificaciones para presentar la información de manera más organizada.

Pero ya para 2012, este medio contaba con un diseño más moderno y que invitaba a una lectura más dinámica. Precisamente, esa estructura es la que permanece en la actualidad y sólo el transcurso del tiempo y la misma gente dirá si esa imagen permanecerá o deberá reinventarse.


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