En 1985 el Ministerio de Educación del Chaco declaró del 1º al 7 de octubre "Semana de las Escuelas de Educación Especial", incorporando al calendario escolar esta celebración con el fin de hacer conocer a la comunidad las actividades que se desarrollan en las Escuelas de Educación Especial de la Provincia, a pedido de la Federación Argentina de entidades pro-atención al deficiente mental (FENDIM).
En la actualidad, el mes de octubre es dedicado íntegramente a la difusión de las actividades vinculadas a la Educación Especial y también a la articulación de trabajos con diferentes instituciones. En este marco, la directora del Centro de Estimulación y Aprendizajes Tempranos Nº 1 (CEAT), profesora Silvia Cáceres, y la profesora Delfina Blanco visitaron la redacción de Primera Línea para dar a conocer la importante labor que llevan adelante en dicha institución.
El CEAT Nº 1 es el único en nuestra provincia que se focaliza en la atención temprana, funciona hace 19 años en las instalaciones del Servicio de Rehabilitación y Medicina Física del Hospital "Julio C. Perrando" y depende del Ministerio de Educación de la Provincia. No obstante, existen otros servicios anexos a las Escuelas de Educación Especial Nº 4, Nº 5, Nº 7 y Nº 9 correspondientes a la Región VIII, como también en el interior del Chaco.
La directora del CEAT, explicó que la estimulación temprana es aquella intervención terapéutica educativa que está dirigida a bebés y niños de 0 a 3 años con problemas en el desarrollo o que se encuentren en situación de riesgo, como también a su núcleo familiar. El objetivo de la institución, será que cada paciente logre constituirse como sujeto en todas las áreas de desarrollo: afectivo- emocional, motriz, comunicación- lenguaje o cognitiva. Para ello, se considera fundamental el acompañamiento de la familia y que los progenitores puedan cumplir eficazmente con sus funciones parentales.
Según precisaron las profesionales, el CEAT Nº 1 brinda atención a bebés y niños comprendidos en la franja etárea citada, se les haya o no diagnosticado una patología específica, señalando que alrededor del 50 por ciento de los trastornos que se tratan no puede encuadrarse en un diagnóstico. Entre los trastornos más comunes se encuentran: dificultades para hablar, para caminar, comportamiento inadecuado para la edad, dificultades para centrar la mirada, para jugar, entre otros.
Los mismos pueden ser derivados desde servicios pediátricos, como también por profesionales médicos, especialistas, instituciones educativas, o bien, por iniciativa de los padres, familiares o allegados.
El equipo profesional
El centro cuenta con un equipo interdisciplinario que está conformado por su directora; once profesoras de Educación Especial y especializadas en estimulación temprana; dos psicólogas, dos psicopedagogas, dos fonoaudiólogas, dos asistentes sociales, una kinesióloga y un terapista ocupacional. En la actualidad son 22 los profesionales que se desempeñan en el centro, los cuales permiten que haya dos equipos de trabajo: uno en el turno mañana y otro en el turno tarde.
Ellos son los encargados de evaluar a los pacientes que son derivados al servicio tras detectarse en ellos algunos signos o síntomas de retraso, trastorno o riesgo en cualquiera de las áreas del desarrollo ya mencionadas.
El juego como forma de abordaje
El abordaje terapéutico del equipo interdisciplinario es realizado a través del juego en todas las áreas, ya que éste permite acompañar el desarrollo del niño y es considerada una herramienta esencial porque no existe niño de 0 a 3 años que no juegue. "Al observarlo jugar al pequeño sabremos en qué etapa se encuentra. La persona que lo acompaña también debe intervenir en la sesión, en un momento sale para que el niño quede solo y en una tercera etapa compartirá con sus pares una situación lúdica", explicó la profesora Delfina Blanco, quien cumple su función como estimuladora.
La importancia del juego en los primeros años
Ambas profesionales enfatizaron en la importancia de que los niños en sus primeros años tengan en el día un momento específico para jugar con sus padres e interactuar con ellos. A su vez, remarcaron que los mismos deben acompañar de manera más cercana y presente el desarrollo de sus hijos y apartar un tiempo para que sus pequeños realicen actividades al aire libre.
"El niño debe aprender a jugar, deben ver un modelo para luego tener herramientas y jugar solo. Vemos la necesidad de que los papás dediquen más tiempo para jugar con sus hijos sin que haya dispositivos que intermedien", insistió Silvia Cáceres.